El Secretario General de la ONU, António Guterres, ha instado a Camboya y Tailandia a un alto el fuego inmediato tras tres días de intensos enfrentamientos en la frontera que han dejado al menos 33 muertos y más de 168.000 desplazados. Los combates incluyen disparos, ataques con cohetes y bombardeos aéreos en territorio camboyano. Guterres condenó la pérdida de vidas y los daños a infraestructuras, y ofreció la ayuda de la ONU para facilitar una solución pacífica al conflicto. Este es el brote de violencia más grave entre ambos países en más de una década.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una grave alerta sobre una "hambruna masiva" en Gaza, atribuyendo la crisis al bloqueo israelí que impide el acceso a alimentos y ayuda humanitaria. Según el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, más del 10% de la población sufre desnutrición aguda, y más del 20% de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridas. La situación se ha deteriorado con un aumento en las muertes por desnutrición, especialmente entre niños menores de cinco años. La OMS exige un alto el fuego y un acceso humanitario sin restricciones para aliviar la crisis.
La situación en Gaza es crítica, con ataques israelíes que no distinguen entre civiles y objetivos militares. En medio de bombardeos constantes, la población enfrenta un grave desabastecimiento de alimentos, agua y medicinas debido al bloqueo. La desesperación ha llevado a que salir en busca de ayuda represente un riesgo mortal, con más de 860 muertes registradas durante repartos de asistencia humanitaria. Los hospitales están colapsados y los heridos son transportados en condiciones precarias. La comunidad internacional observa el sufrimiento de Gaza sin una respuesta efectiva, mientras los residentes claman por un final a su agonía.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha comenzado a realizar envíos aéreos de ayuda alimentaria en Sudán del Sur, específicamente en el estado del Alto Nilo, donde el aumento del conflicto ha llevado a miles de familias al borde de la hambruna. Esta asistencia busca beneficiar a más de 40.000 personas que enfrentan niveles críticos de hambre. La situación se ha agravado desde marzo, con un millón de personas en riesgo y una necesidad urgente de reabrir rutas fluviales para facilitar la entrega continua de alimentos. El PMA necesita 274 millones de dólares para mantener sus operaciones hasta diciembre.
Gaza enfrenta una situación crítica con la esperanza de un acuerdo de alto el fuego, según Philippe Lazzarini, comisionado de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). La población, agotada tras 660 días de conflicto, sufre hambre extrema y escasez de agua. Lazzarini enfatiza que es urgente acabar con el hambre y liberar a los rehenes, además de reanudar la ayuda humanitaria bajo los mecanismos de la ONU. La situación se agrava con denuncias sobre la falta de medicamentos y condiciones degradantes para acceder a alimentos. La UNRWA insta a levantar el asedio y permitir un suministro adecuado de ayuda.
El plan de distribución de alimentos en Gaza ha sido calificado como una "masacre disfrazada de ayuda humanitaria" por Médicos Sin Fronteras (MSF). La organización denuncia que este sistema, implementado por Israel y Estados Unidos, obliga a los palestinos a arriesgar sus vidas para acceder a suministros alimentarios escasos. Desde su inicio, más de 500 personas han sido asesinadas mientras intentaban conseguir comida, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación humanitaria en la región. MSF exige el restablecimiento de un sistema basado en principios humanitarios coordinado por la ONU y el levantamiento del asedio que afecta a los suministros esenciales.
Más de 5.000 niños en la Franja de Gaza han sido diagnosticados con desnutrición aguda durante mayo de 2025, lo que representa un aumento alarmante del 50% en comparación con el mes anterior. UNICEF informa que, desde el inicio del año, un promedio de 112 menores diarios han requerido tratamiento por esta condición crítica. La situación se ha deteriorado debido al conflicto y la falta de acceso a alimentos y atención médica, lo que ha llevado a un incremento del 146% en los casos de desnutrición aguda grave. Las condiciones actuales amenazan no solo la salud nutricional de los niños, sino también su supervivencia ante enfermedades como la diarrea acuosa aguda. UNICEF hace un llamado urgente para permitir el ingreso de ayuda humanitaria y proteger a la población civil.
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La ONU acelera la entrega de ayuda humanitaria en Gaza tras el anuncio de pausas tácticas por parte de Israel. Estas pausas, que se implementarán diariamente, buscan facilitar la entrada de asistencia a la población afectada por el conflicto. El jefe humanitario de la ONU destacó que un alto el fuego es esencial para garantizar que toda la ayuda llegue a los civiles necesitados. A pesar del avance en las condiciones de acceso, se requiere una acción sostenida y rápida para evitar una crisis humanitaria aún mayor, ya que más de 59,000 personas han muerto desde el inicio del conflicto. La situación es crítica, con un aumento alarmante de desnutrición entre los niños y un llamado urgente a la comunidad internacional para actuar.
Tropas israelíes han abierto fuego en Gaza, resultando en la muerte de al menos 81 gazatíes y dejando a 150 heridos. Este ataque ocurrió mientras las víctimas esperaban la llegada de camiones con ayuda humanitaria, específicamente harina, en el norte de Gaza. Además, se reportaron seis muertes adicionales en Rafah cerca de un punto de distribución. La situación sigue siendo crítica en la región.
Siete niños fueron asesinados en Gaza durante un bombardeo aéreo israelí mientras esperaban agua en un punto de distribución. El ejército israelí atribuyó la tragedia a una "falla técnica" en el proyectil dirigido a un objetivo terrorista. La directora ejecutiva de UNICEF condenó la matanza y exigió a Israel que revise sus reglas de combate para proteger a los civiles, especialmente a los niños. Esta tragedia se suma a otras recientes en las que también han muerto civiles buscando ayuda humanitaria. La crisis humanitaria en Gaza se agrava, con camiones de ayuda esperando fuera del territorio. Además, se destaca el avance de Israel en sus planes anexionistas en Cisjordania, lo que intensifica la violencia y el desplazamiento forzado de palestinos.
Gaza enfrenta una crisis humanitaria alarmante, con miles de bebés desnutridos debido a la falta de acceso a alimentos y ayuda. UNICEF ha denunciado que muchas madres han muerto o están demasiado debilitadas para amamantar, lo que pone en riesgo la vida de los infantes. A pesar de que hay camiones con suministros esperando en la frontera, la situación se agrava con bombardeos israelíes recientes que han dejado más de cien muertos. La ONU ha instado a Israel a facilitar el acceso humanitario y permitir la entrada de combustible esencial para hospitales y servicios básicos. La crisis se intensifica con un número creciente de desplazados en Gaza, donde uno de cada tres habitantes lleva días sin comer.
Más de 160 ONG han solicitado el cese del "mortífero plan de distribución israelí" en Gaza, que ha llevado a la muerte de al menos 500 personas y casi 4000 heridos mientras intentaban acceder a alimentos. Las organizaciones, incluyendo Oxfam y Médicos Sin Fronteras, denuncian que los puntos de distribución han sido reducidos drásticamente, obligando a millones a vivir en condiciones extremas y peligrosas. La situación se agrava con la falta de combustible y suministros vitales, lo que ha paralizado servicios esenciales como hospitales y panaderías. Las ONG instan a la comunidad internacional a intervenir y restablecer un mecanismo humanitario dirigido por la ONU para aliviar la crisis.
Gaza enfrenta una grave crisis humanitaria, con más de 400 gazatíes asesinados por soldados israelíes mientras buscaban alimentos en centros de distribución. La ONU ha calificado estos actos como crímenes de guerra, destacando que el uso del hambre como arma es una violación del derecho internacional. Los puntos de ayuda, operados por una fundación privada, han sustituido a los sistemas de la ONU, lo que ha generado confusión y muertes entre la población hambrienta. La situación se agrava con el saqueo de convoyes humanitarios y restricciones severas al acceso a servicios básicos. Las autoridades israelíes continúan obstaculizando las operaciones humanitarias, dejando a la población en una disyuntiva mortal: morir de hambre o ser asesinados al intentar conseguir comida.
Los niños de Gaza enfrentan una crisis humanitaria devastadora, con un 40% de las instalaciones de agua potable inoperativas y la falta de combustible que amenaza su funcionamiento. La situación es crítica, ya que sin agua, los menores podrían morir de sed en cuestión de días. Desde el inicio del conflicto, más de 110 niños han sido tratados diariamente por malnutrición, mientras brotes de enfermedades infecciosas se propagan debido a la escasez de agua. La ayuda humanitaria es insuficiente y la distribución se ve obstaculizada por las condiciones del conflicto. La población más vulnerable, incluidos jóvenes y ancianos, sufre las consecuencias más severas.
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