En un reciente ataque israelí en Gaza, cuatro periodistas, incluido Anas al Sharif, destacado reportero de Al Yazira, han perdido la vida. Este ataque se dirigió a una tienda destinada a los medios de comunicación en la ciudad de Gaza, intensificando la preocupación por la seguridad de los periodistas en zonas de conflicto. La situación en Gaza sigue siendo crítica mientras continúan los enfrentamientos entre Israel y Hamas.
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha exigido el desmantelamiento de la Fundación Humanitaria para Gaza, acusándola de ser responsable de "asesinatos orquestados" en lugar de proporcionar ayuda. Esta fundación, respaldada por Israel, asumió la distribución de alimentos en medio de un bloqueo total que ha dejado a la población palestina en una situación crítica. Según MSF, los puntos de reparto han sido escenario de violencia extrema, con decenas de palestinos asesinados al intentar acceder a la comida. La ONG denuncia que estos centros se han convertido en "laboratorios de crueldad", donde se registran heridos y muertes intencionadas, incluyendo niños. MSF critica la militarización del proceso humanitario y señala que las autoridades israelíes están utilizando el hambre como herramienta de control y deshumanización. La situación en Gaza sigue siendo desesperante, con un número alarmante de víctimas mortales debido a la falta de acceso a alimentos y asistencia humanitaria.
Consternación en el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ante los desgarradores videos de rehenes israelíes en Gaza, que evidencian condiciones de vida que ponen en peligro su seguridad. Los familiares de los rehenes están horrorizados por las imágenes. La toma de rehenes es una violación del derecho internacional humanitario, que exige un trato humano y condiciones aceptables para las personas privadas de libertad. El CICR ha reiterado su llamado a la liberación inmediata y sin condiciones de todos los rehenes, así como a obtener acceso para brindar asistencia médica y facilitar el contacto con sus seres queridos.
Gaza enfrenta una crisis humanitaria devastadora, descrita como un entorno post apocalíptico donde los niños mueren de hambre en silencio. El comisionado general de la UNRWA, Philippe Lazzarini, alerta sobre el colapso del sistema humanitario, con trabajadores y población sufriendo desnutrición extrema. La situación se agrava con testimonios desgarradores de madres que ven a sus hijos llorar por hambre y luchan por obtener alimentos y medicinas en medio de un bloqueo. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023, se estima que alrededor de 1,500 gazatíes han muerto mientras buscaban comida. A pesar de algunos esfuerzos internacionales para proporcionar ayuda, la hambruna amenaza a más de 2 millones de palestinos en Gaza.
Hambre en Gaza: una batalla diaria por una cuchara de lentejas. En las zonas occidentales de Gaza, miles de desplazados enfrentan una tragedia humanitaria extrema, haciendo largas colas para recibir sopa de lentejas en comedores comunitarios. La situación es desesperante, con familias que pasan horas bajo el sol abrasador sin conseguir comida. Según datos de la ONU, uno de cada cinco niños en Gaza sufre desnutrición, y los casos aumentan a diario. Los testimonios de los afectados revelan un sufrimiento inimaginable y un llamado urgente a la comunidad internacional para que actúe ante esta crisis alimentaria. La ONU advierte que Gaza está al borde de la hambruna, y se requieren acciones inmediatas para mitigar esta catástrofe humanitaria.
En Gaza, las fuerzas israelíes han matado a 105 palestinos en solo dos días mientras buscaban comida, según informes de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos. Los incidentes ocurrieron en las zonas de Zikim y Morag, elevando el total de muertes a 1373 desde mayo. La ONU denuncia que estas acciones constituyen crímenes de guerra y exige una investigación independiente. La situación humanitaria se agrava con un aumento de muertes por desnutrición y la insuficiencia de ayuda humanitaria, a pesar de los anuncios de cese temporal de operaciones militares.
Un streamer palestino, Hamzah, ha expuesto la brutalidad del Ejército israelí a través de vídeos en los que interactúa con soldados. En estas conversaciones, militares admiten atacar a niños y civiles, considerándolos terroristas. Hamzah también se conecta con ciudadanos israelíes que expresan odio hacia los palestinos. Su contenido busca visibilizar la deshumanización y crueldad que enfrenta el pueblo palestino, acumulando miles de visualizaciones en redes sociales.
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Los hospitales en Gaza enfrentan un colapso total debido al aumento de heridos por la violencia, con un promedio diario de ocho incidentes. La crisis sanitaria se agrava con el surgimiento de casos del síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad neurológica rara, que ha dejado tres muertes y 64 casos confirmados. La escasez de insumos médicos y alimentos es crítica, con informes que indican que solo el 1,5% de las tierras cultivables en la región están intactas. Expertos en derechos humanos piden la restauración del sistema humanitario de la ONU para abordar esta grave situación. La comunidad internacional es instada a actuar urgentemente para evitar una mayor devastación en Gaza.
El Ejército israelí ha ordenado a los residentes del barrio Zeitún en Ciudad de Gaza que se desplacen hacia la zona de Mawasi, que ya alberga a numerosos desplazados y sigue siendo objeto de bombardeos. Mientras tanto, el primer ministro Netanyahu está considerando ampliar la ofensiva militar a pesar de la resistencia de sus propias tropas. La situación humanitaria en Gaza continúa deteriorándose, evidenciada por imágenes de niños palestinos entre escombros.
En Gaza, las mujeres enfrentan una lucha mortal por obtener alimentos en medio de un contexto humanitario devastador. La ONU ha solicitado el levantamiento de las restricciones impuestas por Israel para facilitar la distribución de ayuda, mientras que los gazatíes claman por un sistema justo que garantice el acceso a suministros vitales. Historias desgarradoras emergen de este conflicto, como la de Abeer Safi, quien arriesga su vida para alimentar a sus hijos tras perder a su esposo. La situación es crítica, con reportes de muertes por hambre y desnutrición, especialmente entre niños. La caótica distribución de la ayuda y los constantes ataques hacen que conseguir comida sea una carrera peligrosa y desesperada.
La devastación en Gaza es alarmante, con Israel arrasando el 92% de las viviendas y afectando casi todos los hospitales del enclave palestino. La destrucción sistemática ha dejado al menos el 70% de las infraestructuras dañadas o destruidas, incluyendo escuelas y centros de atención médica. Según informes, más de 60,800 personas han perdido la vida desde el inicio del conflicto, mientras que miles sufren por inanición y desnutrición. La situación humanitaria se agrava con la continua ofensiva israelí, que impone un sufrimiento extremo a la población civil.
Un ataque del Ejército israelí en Gaza ha resultado en la muerte de un trabajador de emergencia y heridas a otros tres. La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha expresado su indignación, advirtiendo que estos asesinatos deliberados podrían constituir crímenes de guerra. Hasta ahora, 49 miembros de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina han perdido la vida en el conflicto. La Organización Mundial de la Salud también condenó el ataque y exigió el cese de hostilidades contra trabajadores humanitarios. Además, se denunciaron las restricciones impuestas por Israel a los funcionarios de la ONU y medios internacionales en Gaza.
NACIONAL: En Gaza, la situación de acceso a alimentos se ha vuelto crítica, con personas arriesgando sus vidas en la búsqueda desesperada de ayuda. Caroline Willemen, coordinadora de proyectos en el norte de Gaza, relata cómo las distribuciones de alimentos se han convertido en escenarios de caos y violencia. Recientemente, durante una entrega cerca de Zikim, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra los asistentes, resultando en numerosos heridos y muertos. La escasez de alimentos y la falta de un sistema seguro para su distribución agravan la crisis humanitaria en la región.
Un mirador en Sderot, Israel, se ha convertido en un atractivo turístico para presenciar los bombardeos en Gaza, donde grupos de personas observan con entusiasmo la caída de misiles sobre el enclave palestino. Varias agencias de viajes organizan estas actividades que han transformado el sufrimiento humano en un espectáculo. Los visitantes celebran cada impacto como si fuera un evento deportivo, mientras que colonos israelíes de ultraderecha piden intensificar la ofensiva. Este fenómeno refleja una desensibilización ante la violencia y el conflicto, donde el genocidio es visto por algunos como una forma de autodefensa y una oportunidad para establecer asentamientos.
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