16/06/2025@12:28:03
En Sudán, se están llevando a cabo campañas de vacunación masiva para proteger a decenas de miles de niños ante un brote de sarampión en la región de Darfur. A pesar de los esfuerzos, la situación es crítica debido a que muchos menores nunca han sido vacunados. Desde junio de 2024, se han tratado casi 10,000 casos de sarampión en centros de salud locales, con complicaciones graves y varias muertes. La falta de acceso a vacunas y el conflicto en curso agravan la crisis sanitaria. Se espera vacunar a más de 93,000 niños en las próximas semanas, pero expertos advierten que se necesitan esfuerzos sostenidos para prevenir futuros brotes.
El informe "Maniobras mortales: violencia y obstrucción en el Mediterráneo central" revela cómo el Decreto Piantedosi y la designación de puertos lejanos han limitado drásticamente la capacidad de rescate en el Mediterráneo. Desde 2023, las operaciones del barco Geo Barents se han visto afectadas, reduciendo el número de rescates a menos de la mitad en 2024, mientras que los casos de emergencias médicas han aumentado. El informe documenta testimonios de supervivientes que enfrentaron violencia y abusos durante su travesía, destacando la complicidad entre Italia y la Guardia Costera libia en las interceptaciones. Médicos Sin Fronteras exige el cese de estas políticas restrictivas para permitir un rescate efectivo y humanitario en el mar.
En el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, se está intensificando la ayuda a los refugiados sudaneses que huyen de la violencia en Darfur Norte. Desde finales de abril, aproximadamente 40,000 personas han llegado al campo de tránsito de Tine, enfrentándose a condiciones extremas de hacinamiento y escasez de servicios básicos. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha aumentado sus actividades médicas y humanitarias, realizando más de 900 consultas semanales y priorizando la vacunación para prevenir brotes de enfermedades. La situación es crítica, con una tasa alarmante de desnutrición entre los niños menores de cinco años. MSF hace un llamado urgente a donantes y organizaciones humanitarias para ampliar la asistencia en alimentos, refugio y atención médica.
En los campos de refugiados rohinyá de Cox's Bazar, Bangladesh, se ha lanzado una campaña significativa para la "prueba y tratamiento" de la hepatitis C, abordando los alarmantes niveles de esta enfermedad en la comunidad. Hasta finales de 2026, se espera que 30.000 personas reciban atención médica a través de esta iniciativa, que incluye el establecimiento de tres centros especializados en tratamiento dentro de las instalaciones existentes. La campaña responde a un estudio reciente que revela que casi uno de cada cinco adultos en los campos vive con infección crónica activa de hepatitis C. MSF enfatiza la urgencia de esta respuesta ante las limitaciones del acceso a atención sanitaria en un entorno donde más de un millón de refugiados enfrentan condiciones difíciles y vulnerabilidades sanitarias.
Gaza enfrenta una grave crisis humanitaria, donde la ayuda internacional se utiliza como herramienta para desplazar a la población forzosamente, según Christopher Lockyear, secretario general de Médicos Sin Fronteras (MSF). Esta estrategia, que parece parte de un plan más amplio de limpieza étnica, ha resultado en un caos durante la distribución de alimentos, dejando a los palestinos sin acceso a suministros básicos. La militarización de la ayuda ha sido criticada por su ineficacia y deshumanización, exacerbando la situación de vulnerabilidad entre los más necesitados. La organización advierte que esta táctica podría constituir crímenes contra la humanidad y exige un alto el fuego duradero y una apertura inmediata de las fronteras para permitir el ingreso de asistencia humanitaria.
Gaza enfrenta una crisis humanitaria exacerbada por un plan estadounidense-israelí que utiliza la ayuda para desplazar a la población, según Christopher Lockyear, secretario general de Médicos Sin Fronteras (MSF). Este enfoque ha sido calificado como deshumanizador e ineficaz, ya que durante la distribución de alimentos en Rafah, se reportaron heridos por disparos en medio del caos y la escasez de suministros. Lockyear denuncia que esta estrategia parece parte de una limpieza étnica más amplia y critica las restricciones impuestas al sistema humanitario, que dificultan el acceso a la ayuda vital para los más vulnerables en Gaza.
Líbano vive la mayor escalada del conflicto desde la guerra de 2006, con cerca de 1.300 muertos en 16 días, entre el 16 de septiembre y el 1 de octubre, según el Ministerio de Salud Pública libanés.
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El informe "Maniobras mortales: violencia y obstrucción en el Mediterráneo central" revela cómo el Decreto Piantedosi y la designación de puertos lejanos han restringido significativamente la capacidad de rescate en esta zona crítica. Desde 2023, las operaciones del barco Geo Barents se han visto gravemente limitadas, reduciendo a menos de la mitad el número de rescates realizados. El documento destaca la violencia sufrida por los migrantes en sus travesías y critica la colaboración entre Italia y la Guardia Costera libia, que resulta en devoluciones forzosas a Libia. MSF exige que se detengan estas políticas obstructivas y se respete el derecho a rescatar vidas en el mar.
En el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, se está intensificando la ayuda a los refugiados sudaneses que huyen de la violencia en Darfur Norte. Desde finales de abril, aproximadamente 40,000 refugiados han llegado al campo de tránsito de Tine, enfrentándose a condiciones extremas de hacinamiento y escasez de servicios básicos. La mayoría son mujeres y niños que llegan desnutridos y traumatizados por la violencia. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha ampliado sus esfuerzos para proporcionar atención médica y apoyo humanitario, pero advierte que la respuesta actual es insuficiente y solicita más ayuda para satisfacer las crecientes necesidades de estos refugiados.
En los campos de refugiados rohinyá en Cox's Bazar, Bangladesh, se ha lanzado una ambiciosa campaña de "prueba y tratamiento" para abordar los altos niveles de hepatitis C. Esta iniciativa permitirá que 30.000 personas reciban atención médica hasta finales de 2026, mejorando el acceso a tratamientos curativos en una población vulnerable. A pesar de haber tratado a más de 10.000 personas desde 2020, un estudio reciente revela que casi uno de cada cinco adultos en estos campos vive con infección crónica activa. La situación es crítica debido a las limitaciones en la atención sanitaria y las difíciles condiciones de vida en los campamentos. Médicos Sin Fronteras (MSF) está estableciendo centros especializados para facilitar el diagnóstico y tratamiento, mientras hace un llamado a la comunidad internacional para priorizar esta crisis sanitaria.
Israel continúa su campaña de limpieza étnica en Gaza, emitiendo constantes órdenes de desplazamiento forzoso que agravan la crisis humanitaria. Las fuerzas israelíes están atrapando a los civiles en espacios cada vez más reducidos, lo que genera un desgaste psicológico y físico en la población gazatí. Desde el inicio del conflicto, cientos de miles de personas han sido obligadas a huir repetidamente, enfrentándose a bombardeos incesantes y una falta crítica de recursos básicos. Médicos Sin Fronteras denuncia que estas acciones forman parte de una estrategia sistemática para despojar a los palestinos de sus derechos y medios de vida. La situación es desesperante, con un 80% de Gaza cubierto por zonas militares prohibidas y sin refugios seguros para la población.
En los campos de refugiados rohinyá en Cox's Bazar, Bangladesh, se ha lanzado una ambiciosa campaña de "prueba y tratamiento" para combatir la hepatitis C, que afecta a un número alarmante de personas. Esta iniciativa permitirá que 30,000 individuos reciban atención médica hasta finales de 2026, abordando así una crisis sanitaria crítica en una población vulnerable. Médicos Sin Fronteras (MSF) establecerá tres centros especializados en el tratamiento de la hepatitis C, mejorando el acceso a cuidados médicos en condiciones extremadamente limitadas. La campaña busca identificar proactivamente a quienes padecen esta enfermedad y ofrecerles tratamiento, destacando la necesidad urgente de una respuesta más robusta ante los altos niveles de infección en la comunidad.
Más de 39.000 palestinos han muerto en la Franja y casi 90.000 han resultado heridos desde que estalló la guerra tras el ataque de Hamás el 7 de octubre, entre ellos un gran número de mujeres y niños, según el Ministerio de Sanidad local.
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