Gaza: “El plan usa la ayuda para desplazar a la población por la fuerza como parte de lo que parece una estrategia de limpieza étnica”
Críticas a la militarización de la ayuda humanitaria en Gaza
Christopher Lockyear, secretario general de Médicos Sin Fronteras (MSF), ha denunciado la ineficaz y deshumanizadora iniciativa de militarizar la ayuda en Gaza. Según Lockyear, el reciente inicio de distribución de alimentos coordinada por la Fundación Humanitaria de Gaza ha evidenciado que el plan estadounidense-israelí para instrumentalizar la asistencia humanitaria es un fracaso rotundo.
En un trágico episodio ocurrido el 27 de mayo durante la primera jornada de distribución en Rafah, decenas de personas resultaron heridas debido a disparos mientras intentaban acceder a cantidades insuficientes de suministros básicos. Esta situación refleja el trato deshumanizador que han sufrido los palestinos, quienes han estado privados de alimentos, agua y atención médica durante casi tres meses.
Desplazamiento forzado y falta de acceso a ayuda
Los palestinos se encontraron acorralados por vallas mientras esperaban recibir artículos esenciales para su supervivencia. Este enfoque imprudente y peligroso implica que los alimentos no son distribuidos donde más se necesitan, sino que son dirigidos únicamente a las áreas donde las fuerzas israelíes han decidido concentrar a la población. Como resultado, los más vulnerables, especialmente ancianos y personas con discapacidad, carecen prácticamente de acceso a los alimentos necesarios.
Lockyear subraya que este mecanismo fallido no solo es innecesario para prevenir el desvío de ayuda, sino que también parece ser una estratagema cínica destinada a simular el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario. En realidad, está utilizando la asistencia como herramienta para desplazar a la población por la fuerza, lo que forma parte de una aparente estrategia más amplia de limpieza étnica en Gaza.
Consecuencias devastadoras para la población civil
La situación humanitaria se ve agravada por las restricciones impuestas por las autoridades israelíes, quienes han permitido únicamente un goteo limitado de camiones con ayuda humanitaria. Esto ha llevado a obstrucciones inmediatas en el paso fronterizo, impidiendo que los suministros vitales lleguen a quienes más los necesitan, incluidos niños y mujeres embarazadas o lactantes.
La obligación de trasladar cantidades mínimas de ayuda en medio del asedio ha fomentado situaciones caóticas y saqueos. Esta crisis es consecuencia del colapso del tejido social en Gaza debido a años de violencia y privaciones constantes. El resultado son más muertes y heridos evitables, así como una entrega inadecuada de asistencia que no respeta la dignidad humana.
Llamado urgente al alto el fuego
Lockyear advierte que convertir la ayuda humanitaria en un arma puede constituir crímenes contra la humanidad. Urge a un alto el fuego duradero y a abrir inmediatamente las fronteras de Gaza para permitir el ingreso sin restricciones de asistencia humanitaria esencial, incluyendo alimentos, suministros médicos y combustible. Solo así se podrá mitigar esta catástrofe provocada por el hombre.