UNICEF ha condenado enérgicamente los recientes ataques en Kordofán del Norte, Sudán, donde al menos 35 niños han perdido la vida y más de 450 civiles han sido víctimas de la violencia. La agencia hace un llamado urgente a las partes involucradas para que cesen las hostilidades y respeten el derecho internacional humanitario. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, calificó estos actos como una atrocidad y un desprecio absoluto por la vida humana, instando a que los civiles, especialmente los menores, nunca sean considerados objetivos. Además, enfatizó la necesidad de investigar todas las violaciones y garantizar que los responsables enfrenten justicia.
La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, ha alertado sobre la grave crisis que enfrenta la infancia en Chad, exacerbada por el conflicto en Sudán. Desde abril de 2023, más de 700.000 niños han huido a Chad, donde enfrentan desnutrición, falta de educación y riesgos como la explotación. Durante su visita a Adré, una ciudad fronteriza saturada por refugiados, Russell destacó la generosidad de las comunidades locales pero subrayó la necesidad urgente de apoyo humanitario. A pesar de los esfuerzos realizados, el acceso a servicios esenciales está al borde del colapso. UNICEF requiere 98 millones de euros para continuar su respuesta humanitaria en el país.
En Sudán, se están llevando a cabo campañas de vacunación masiva para proteger a decenas de miles de niños ante un brote de sarampión en la región de Darfur. A pesar de los esfuerzos, la situación es crítica debido a que muchos menores nunca han sido vacunados. Desde junio de 2024, se han tratado casi 10,000 casos de sarampión en centros de salud locales, con complicaciones graves y varias muertes. La falta de acceso a vacunas y el conflicto en curso agravan la crisis sanitaria. Se espera vacunar a más de 93,000 niños en las próximas semanas, pero expertos advierten que se necesitan esfuerzos sostenidos para prevenir futuros brotes.
En Sudán, la violencia sexual contra mujeres y niñas ha alcanzado niveles alarmantes, con testimonios de agresiones brutales en público. Médicos Sin Fronteras (MSF) denuncia el uso sistemático de la violencia sexual en Darfur, donde muchas víctimas son menores de edad. Las sobrevivientes enfrentan dificultades para acceder a atención médica y psicológica debido a la falta de servicios adecuados y al estigma social. MSF insta a las partes en conflicto a cesar estas atrocidades y a garantizar la protección de la población civil, así como a ampliar urgentemente los servicios para las víctimas de violencia sexual.
En Sudán, la violencia sexual contra mujeres y niñas ha alcanzado niveles alarmantes, con numerosas denuncias de agresiones brutales en público. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado sobre la grave crisis humanitaria que enfrentan las supervivientes, quienes a menudo no tienen acceso a atención médica adecuada. Entre enero de 2024 y marzo de 2025, MSF atendió a 659 víctimas de violencia sexual en Darfur Sur, destacando que el 94% eran mujeres y niñas. La organización exige una respuesta urgente para proteger a la población civil y mejorar los servicios médicos disponibles para las sobrevivientes. La situación se complica por el miedo al estigma y la falta de recursos en un contexto de conflicto armado.
Cerca de 20,000 sudaneses, principalmente mujeres y niños traumatizados, han huido a Chad en las últimas dos semanas debido a la escalada de combates en Sudán. Chad, que ya alberga a 1.3 millones de refugiados y es uno de los países más pobres del mundo, enfrenta una creciente crisis humanitaria. Durante este periodo, el aeropuerto internacional y una central eléctrica en Port Sudan han sido atacados por drones, intensificando la situación de emergencia.
Más de 12 millones de personas en Sudán están en riesgo de sufrir violencia de género, según alertas de la agencia de igualdad. Este alarmante aumento se ha triplicado tras dos años de guerra, con evidencias que indican el uso sistemático de la violencia sexual como arma de guerra. La situación exige atención urgente y acciones para proteger a las víctimas y prevenir más abusos.
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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado sobre un alarmante aumento del 46% en el número de niños que reciben tratamiento por desnutrición aguda grave en Darfur, Sudán, durante los primeros cinco meses de 2025. En Darfur del Norte, más de 40,000 niños han sido ingresados, duplicando la cifra del año anterior. La situación se agrava debido a la escasez de acceso humanitario y el conflicto en la región, lo que eleva el riesgo de mortalidad infantil masiva. UNICEF hace un llamado urgente a facilitar el acceso humanitario y a la comunidad internacional para financiar la respuesta a esta crisis.
En Sudán, la violencia sexual ha aumentado alarmantemente un 288% en un año, en medio de una crisis de desplazamiento que ha desarraigado a más de doce millones de personas. Las mujeres son las principales víctimas y enfrentan un sufrimiento inmenso debido al conflicto. La ONU apoya a organizaciones locales que trabajan con estas mujeres para combatir la violencia y promover la paz. Sin embargo, el estigma y el trauma persisten, afectando gravemente a las sobrevivientes. La situación es especialmente crítica en regiones como Darfur, donde se registran numerosos casos de secuestros y abusos sexuales. A pesar de las adversidades, las mujeres sudanesas muestran resiliencia y continúan luchando por sus derechos y el bienestar de sus comunidades.
En el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, se está intensificando la ayuda a los refugiados sudaneses que huyen de la violencia en Darfur Norte. Desde finales de abril, aproximadamente 40,000 personas han llegado al campo de tránsito de Tine, enfrentándose a condiciones extremas de hacinamiento y escasez de servicios básicos. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha aumentado sus actividades médicas y humanitarias, realizando más de 900 consultas semanales y priorizando la vacunación para prevenir brotes de enfermedades. La situación es crítica, con una tasa alarmante de desnutrición entre los niños menores de cinco años. MSF hace un llamado urgente a donantes y organizaciones humanitarias para ampliar la asistencia en alimentos, refugio y atención médica.
En el este de Chad, cerca de la frontera con Sudán, se está intensificando la ayuda a los refugiados sudaneses que huyen de la violencia en Darfur Norte. Desde finales de abril, aproximadamente 40,000 refugiados han llegado al campo de tránsito de Tine, enfrentándose a condiciones extremas de hacinamiento y escasez de servicios básicos. La mayoría son mujeres y niños que llegan desnutridos y traumatizados por la violencia. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha ampliado sus esfuerzos para proporcionar atención médica y apoyo humanitario, pero advierte que la respuesta actual es insuficiente y solicita más ayuda para satisfacer las crecientes necesidades de estos refugiados.
La crisis en Chad se agrava con un aumento alarmante en el número de refugiados sudaneses, que ha alcanzado más de 1,2 millones. Desde el inicio de la guerra en Sudán hace tres años, cuatro millones de personas han huido a países vecinos. Solo desde abril de 2023, más de 844.000 refugiados han cruzado hacia Chad, lo que triplica la cifra anterior. Esta situación crítica requiere atención internacional urgente para abordar las necesidades humanitarias y la estabilidad en la región.
António Guterres ha enfatizado la urgencia de detener el flujo de armas en Sudán, donde la guerra ha dejado una crisis humanitaria sin precedentes tras dos años de conflicto. La violencia y las masacres de civiles han generado el mayor desplazamiento forzado en el mundo, mientras que la violencia sexual se utiliza como arma. Las agencias de la ONU alertan sobre la grave situación que enfrenta el país.
La violencia sexual se ha convertido en un arma de terror contra mujeres y niñas en Sudán, afectando a más de doce millones de personas, incluidos hombres y niños. Este alarmante aumento del 80% en el riesgo de agresiones ha sido reportado por la agencia de la ONU para la salud sexual y reproductiva, que solicita fondos urgentes para continuar su labor tras recortes significativos por parte de donantes. La situación requiere atención inmediata para proteger a las víctimas y garantizar su bienestar.
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