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Explotación sexual

15/07/2024@20:46:26
Han sido detenidas siete personas en Murcia (4) y Benidorm (3) entre las que se encuentran los dos cabecillas de la organización, uno de los cuales ha ingresado en prisión provisional. La investigación se inició gracias a una llamada al 091 en la que se alertaba de que una de las víctimas, explotadas sexualmente las 24 horas del día siete días a la semana, se encontraba recluida en un piso de la capital murciana.

Han sido liberadas 11 mujeres que eran obligadas a trabajar 24 horas al día durante los siete días de la semana y durante la investigación se ha podido detectar que más de 500 mujeres habían sido explotadas con anterioridad.

Se ha detenido a siete personas en Madrid, Valencia, Salamanca, Ámsterdam y Bogotá que integraban una organización criminal que operaba en Europa y engañaba a sus víctimas para ejercer la prostitución bajo condiciones abusivas.

Se ha detenido a ocho personas que formaban una organización criminal y se han llevado a cabo seis registros domiciliarios realizados en las localidades mallorquinas de Inca, Alcudia y Muro.

Llegaban a España engañadas para trabajar como personal de limpieza y con la falsa promesa de que les pagarían el viaje y los trámites para regularizar su situación administrativa, pero una vez en nuestro país las obligaban a prostituirse para pagar la deuda que habían contraído.

El arrestado utilizaba diferentes redes sociales, así como servicios de mensajería instantánea, tanto para descargar como para difundir estos contenidos y ofrecía a su propia hija a terceros para mantener relaciones sexuales. La madre de la menor, también detenida, mantenía conversaciones con su pareja en las que intercambiaban pornografía infantil.

Se ha detenido en Francia a diez integrantes del entramado criminal que captaban a mujeres en Colombia para explotarlas sexualmente en España y Francia. El principal responsable de la organización presuntamente agredió sexualmente a las víctimas.

La Policía Nacional ha desarticulado una banda criminal que explotaba sexualmente a mujeres paraguayas en Cuenca. Cinco víctimas fueron liberadas y se detuvieron a seis personas acusadas de delitos como pertenencia a organización criminal, trata de seres humanos y prostitución. La información sobre la organización fue obtenida gracias a una llamada al Servicio de Atención telefónico a las Víctimas de Trata.

Han sido detenidas ocho personas de la red criminal que se lucraban con la explotación sexual de sus víctimas, una de ellas con discapacidad intelectual, a las que engañaban diciendo que tendrían otro tipo de trabajo o bajo condiciones muy diferentes.

Han sido liberadas dos mujeres que eran explotadas sexualmente en un club de alterne y en una casa de citas de la ciudad de Badajoz, donde recibían amenazas y coacciones. Se ha detenido a tres personas y durante los registros realizados se han incautado, entre otros objetos, dos armas de fuego y gran cantidad de munición.

Agentes de la Policía Nacional, en una operación conjunta con agentes de la policía de Rumanía, han liberado a 14 víctimas de explotación sexual que recibían crueles palizas y humillaciones.

La Guardia Civil, en el marco de la operación Rupejini, ha liberado en la provincia de Las Palmas a 25 víctimas de explotación sexual y ha detenido a diez personas por los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, blanqueo de capitales y pertenencia a grupo criminal.

Han sido detenidas 10 personas y se han llevado a cabo 20 entradas y registros en España, Francia, Italia y República dominicana en los que se han intervenido más de 70.000 euros. Las citas se gestionaban desde dos call center desde donde, integrantes de la organización criminal, simulaban ser las mujeres que proporcionarían los servicios sexuales y concertaban los encuentros con los clientes.

Captaban a las mujeres a través de sus familiares directos y de páginas web que ofertaban servicios sexuales. Trabajaban las 24 horas los siete días de la semana, tenían que dormir con ropa sensual y estar siempre maquilladas por si se presentaba algún cliente. Las víctimas no podían rechazar ningún servicio sexual. Si el cliente no quedaba satisfecho se castigaba con la obligación de realizar otro servicio sin recibir ningún dinero, quedándose los responsables con el importe íntegro.

La organización criminal confinaba a sus víctimas en una casa en el barrio bilbaíno de Zorrotza donde vivían en condiciones infrahumanas e insalubres y eran obligadas a consumir cocaína y aceptar clientes las 24 horas del día.