Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con Europol, la National Crime Agency (NCA) y la NAPTIP de Nigeria, han desarticulado en España y Reino Unido una red internacional especializada en la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Controlados las 24 horas del día, vivían hacinados y sus explotadores les obligaban a pagar de forma abusiva por cualquier alimento, bebida o producto que consumieran.
La organización, que estaba asentada en Alicante y La Rioja y destacaba por su gran movilidad a nivel nacional, obligaba a las mujeres a cambiar continuamente de piso para que no se las vinculara con el mundo de la prostitución.