www.elcaso.net
Mató a su madre y luego quemó el cadáver en Caracas

Mató a su madre y luego quemó el cadáver en Caracas

miércoles 22 de octubre de 2014, 12:32h

Escucha la noticia

Sus familiares no lo fueron a visitar en la División de Capturas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), en El Rosal, desde que fue recluido allí, el 7 de diciembre. No les importó.

Ahora que está en la cárcel de El Rodeo menos recibirá visitas porque, sencillamente, los parientes dijeron que no quieren saber nada de él, pues "quien mata a su madre no merece el perdón de nadie".

Lelys José Moreno Pérez, de 31 años, asesinó a su mamá, la desmembró y luego quemó el cadáver, la noche del martes 4 de diciembre.

El hombre, bajo los efectos de las drogas, había discutido con ella en la vivienda que compartían, ubicada en la escalera 10 del barrio San José de Petare.

Esa noche, como era costumbre, discutieron acaloradamente y el hombre la golpeó.

Balbina Pérez de Moreno, de 60 años, gritaba para que se calmara y le decía que la dejara tranquila. Pero los gritos no sirvieron para nada porque su hijo la asesinó.

Los vecinos estaban acostumbrados a escuchar las peleas. Por eso, nadie la auxiliaba, ni llamaba a la policía. Finalmente ese era su hijo, y como destacaron allegados: "el amor de madre es incondicional".

Lelys descuartizó el cadáver de su madre y lo metió en una bolsa negra. Luego le prendió candela y se fue de la casa.

Al día siguiente los vecinos no escucharon a la mujer, pero vieron que desde la casa salía mucho humo y el olor a carne quemada los alertó.

Se asomaron por una rendija de la puerta y vieron la bolsa negra y parte del cadáver.

Cuando los funcionarios del Cicpc llegaron, se consiguieron con la escena.

Nadie supo del paradero de Lelys en ese momento.

Balbina solo tuvo dos hijos. Era oriunda de Colombia y tenía más de 30 años radicada en Venezuela.

Lelys era el menor de los dos hermanos y creció siendo consentido. Era el único varón.

El muchacho tomó la mala vida y cayó en el mundo de la droga. Comenzó a ser dependiente de su vicio y esto lo llevó al descontrol absoluto de en su conducta, cayendo la agresión.

Por las escaleras del barrio ya era visto como un joven "dañado" y peligroso.

Balbina trató de rescatarlo varias veces. En tres oportunidades fue internado en centros de rehabilitación.

Lelys presentaba signos de mejoría evidentes, pero recaía con el tiempo.

En cada recaída se tornaba un ser todavía más violento con su madre, quien le reclamaba con frecuencia por sus actos.

Incluso, le llegó a robar enseres de la casa para venderlos y obtener dinero para consumir droga.

Por todas esas irregularidades, Balbina siempre discutía con su hijo y los vecinos ya estaban acostumbrados a escuchar las peleas.

Se fue un poco lejos

Lelys después de matar a su madre huyó de la casa. Nadie supo para dónde, pero los familiares dedujeron que su estadía no debía estar muy lejos.

Por eso, alertaron a la policía sobre los lugares a los cuales podría haber huido. Uno de esos sitios era Maracay, donde vivía una expareja de Lelys.

El Cicpc inició el rastreo del sujeto. Comenzaron a trabajar de forma mancomunada con las policías municipales, estatales y regionales.

La mañana del viernes 7 de diciembre, cuando los familiares acudieron a la morgue de Bello Monte para retirar el cadáver de Balbina, recibieron la información de que lo habían capturado en Turmero.

Aunque no era oficial, ellos estaban complacidos por la acción policial. "Ojalá y lo hayan agarrado de verdad. Ese hombre tiene que pagar por todo el daño que hizo y lo que nos causó", dijeron los parientes.

Hablaban como si fuese un desconocido, un asesino cualquiera, a quien hay que aplicarle el máximo desprecio.

"A veces criar a los hijos de una manera, es culpa de los padres. Cuando el muchacho no se corrige a tiempo, pasan cosas como esta", dijo el tío de Lelys, Juan Pérez.

Indiferencia

Abraham Ruidíaz, pareja actual de Balbina no quiso hablar del tema. Estaba como aislado del mundo y solo se limitó a decir que él la dejaba sola en casa, porque tenía que trabajar.

Mientras él laboraba en un club privado en la urbanización Valle Arriba, Balbina hacía trabajos de doméstica en una casa de familia en La Urbina.

Se veían los fines de semana solamente, cuando Abraham salía del club o ella se quedaba en las instalaciones.

Toda la semana, la mujer convivía con su hijo. Había días que el hombre se perdía y cuando llegaba las peleas eran más fuertes.

Abraham no participaba en ello. Más bien era como indiferente ante la situación. Ahora que ya Balbina no está, cree que debió ser más atento con todo.

Una violación

A Lelys efectivamente lo capturaron en el sector Rosario de Paya, en el estado Aragua, ese 7 de diciembre.

Cuando los efectivos de Policía de Aragua lo apresaron, había intentado abusar de una dama de la zona. Alguien lo denunció.

En principio, los funcionarios no sabían que era el mismo sujeto que estaba fugado del barrio petareño, y que había matado y quemado a su madre.

Se percataron cuando lo reseñaron para levantar el acta de detención. De inmediato lo pusieron a las órdenes de los tribunales y avisaron a la familia que, finalmente, celebró la captura.

Una vez recluido en la cárcel de El Rodeo, según dijo la familia, quedará en el olvido y a merced de sus compañeros privados de libertad.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios