Los recientes bombardeos israelíes, que comenzaron el 13 de junio y se intensificaron con ataques estadounidenses a las instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán, han dejado un saldo devastador en la población civil de Irán. Según la Misión de la ONU de Investigación y el relator especial sobre Irán, al menos 400 iraníes han perdido la vida, siendo la mayoría civiles, incluidos mujeres y niños.
Las autoridades han indicado que millones de personas han abandonado sus hogares por miedo a nuevos ataques, lo que ha generado una crisis humanitaria en el país. La Misión de la ONU instó a todas las partes involucradas a respetar el derecho internacional y a priorizar la protección de los civiles, quienes están sufriendo las consecuencias más graves del conflicto.
Violaciones al derecho internacional
A pesar de las afirmaciones del gobierno israelí sobre su enfoque en objetivos militares, los expertos han señalado que algunos ataques, como el dirigido contra la sede de la agencia estatal de radiodifusión iraní, han infringido el principio de distinción establecido por el derecho internacional humanitario. Este ataque resultó en muertes y también se ha denunciado el asesinato selectivo de científicos.
El Ministerio de Salud iraní reporta que entre los fallecidos hay aproximadamente 54 mujeres y niños, mientras que las organizaciones de derechos humanos estiman que más de 865 personas han muerto y cerca de 3,400 han resultado heridas desde el inicio del conflicto.
Impacto psicológico en la población civil
La situación ha causado un profundo impacto psicológico en los ciudadanos iraníes, quienes enfrentan noches sin dormir debido al temor constante. Muchos padres optan por no enviar a sus hijos a la escuela y numerosos hogares han sido abandonados tras recibir órdenes de evacuación israelíes. La Misión también destacó la muerte de trabajadores humanitarios y residentes en complejos habitacionales afectados por los bombardeos.
El informe subraya que otros ataques han ocasionado un alto número de víctimas civiles y daños significativos a infraestructuras esenciales. Los expertos expresaron su preocupación por la aparente falta de alertas efectivas por parte de Israel, lo cual podría haber limitado las oportunidades para que los civiles buscaran refugio.
Llamado a la comunidad internacional
En medio del conflicto, se estima que alrededor de 24 personas en Israel habrían muerto como consecuencia del ataque iraní en respuesta a los bombardeos. Más de 1,200 heridos se contabilizan hasta ahora.
La escalada actual representa un grave riesgo para toda la región, afectando directamente a familias y comunidades ya vulnerables. La Misión y el relator especial hicieron un llamado urgente para respetar las leyes internacionales y proteger a los civiles atrapados en este conflicto.
Peticiones del OIEA sobre instalaciones nucleares
Por otro lado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha solicitado acceso inmediato a las instalaciones nucleares afectadas para evaluar los daños causados por los ataques recientes. El director del OIEA enfatizó que es crucial que sus inspectores puedan auditar las instalaciones nucleares iraníes para determinar el alcance real del daño.
Rafael Grossi advirtió sobre posibles daños significativos en las centrales nucleares tras los ataques estadounidenses, especialmente en Fordow, donde se podrían observar cráteres provocados por municiones geotérmicas utilizadas durante los bombardeos.
Preocupaciones sobre seguridad nuclear
A medida que continúan los conflictos, persiste una gran preocupación respecto al uranio enriquecido almacenado en Irán. El acuerdo nuclear firmado en 2015 limita el enriquecimiento al 4%, mientras que actualmente Irán posee 400 kilogramos enriquecidos al 60%.
Grossi reconoció que actualmente nadie tiene acceso para evaluar completamente los daños subterráneos en Fordow o en otras plantas atacadas como Isfahán y Arak. Aunque hasta ahora los niveles de radiación fuera de estas instalaciones permanecen normales, existe un temor latente sobre lo que podría suceder si se produce un ataque contra Bushehr, ya que esto podría desencadenar una liberación masiva de radiación en toda la región.
Llamado a moderación
Los especialistas del OIEA reiteraron su advertencia sobre los peligros asociados con ataques armados a infraestructuras nucleares. Grossi hizo hincapié en que “nunca deben producirse ataques” contra estas instalaciones debido a las potencialmente graves consecuencias tanto dentro como fuera del país atacado.
A medida que aumenta la tensión militar, Grossi instó nuevamente a todas las partes involucradas a ejercer máxima moderación y retomar una vía diplomática para evitar mayores pérdidas humanas y sufrimiento civil.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
400 |
Muertos iraníes desde el inicio de los bombardeos |
54 |
Muertos iraníes que eran mujeres o niños |
3056 |
Heridos iraníes |
24 |
Muertos en Israel como consecuencia de la respuesta iraní |
1200 |
Heridos en Israel |
Preguntas sobre la noticia
¿Cuántos iraníes han muerto en los bombardeos israelíes?
Al menos 400 iraníes habrían muerto desde que comenzaron los bombardeos israelíes, de los cuales unas 54 eran mujeres o niños.
¿Qué ha denunciado la misión de expertos en derechos humanos sobre los bombardeos?
La misión ha denunciado que algunos ataques violan el principio de distinción establecido en el derecho internacional humanitario, afectando a civiles y causando un elevado número de víctimas.
¿Cuál es la situación de los civiles en Irán debido a los bombardeos?
Los civiles iraníes están traumatizados, enfrentando grandes presiones psicológicas y muchos han huido de sus hogares por temor a nuevos ataques.
¿Qué ha solicitado el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) respecto a las instalaciones nucleares dañadas?
El OIEA ha solicitado acceso inmediato a las instalaciones nucleares afectadas para evaluar los daños causados por los ataques estadounidenses.
¿Cuáles son las preocupaciones sobre el ataque a instalaciones nucleares?
Los especialistas han advertido que atacar infraestructuras nucleares puede dañar sistemas de contención y provocar la liberación de materiales radiactivos peligrosos.