El exnovio despechado mató a la joven pareja (Bogotá, Colombia)

El caso estremeció a los residentes del conjunto Altillos de Suba, ubicado en la calle 137 con carrera 85, en el barrio San Pedro.

Los cuerpos sin vida de Diana Carolina Hernández Benítez, de 29 años, y de David Alberto Sastre Pérez, de 37, quien hasta hace pocos meses era su compañero sentimental, fueron hallados, el pasado sábado, en el apartamento 206, el mismo que compartieron durante más de un año.

El olor que salía del lugar fue lo que llevó a los vecinos a alertar a las autoridades que, al entrar, se encontraron con dos cuerpos sin vida, cada uno con un disparo en la cabeza.

Diana Carolina habría sido asesinada el pasado 12 de enero, según indicó el padre de la fallecida. Ayer el Instituto de Medicina Legal entregó el cuerpo a sus familiares.

‘Ella lo había abandonado’

Diana Carolina Hernández, quien trabajaba como estilista en la peluquería Las Gatas, en la misma localidad, fue vista por última vez por Erika, una de sus compañeras y amigas, el pasado 6 de enero.

“Ella lo dejó porque su relación estaba totalmente deteriorada; sacó su ropita y se la llevó para el apartamento de una amiga. No quería nada más con él, pero ese hombre estaba obsesionado”, recuerda Gustavo Hernández, padre de la joven.

“El último día que la vio Erika, salieron del trabajo a eso de las 6 de la tarde y el hombre la estaba esperando. Ella le dijo a la amiga que iba a hablar con él para decirle otra vez que no quería nada, que se fuera”, relató Hernández.

Solo dos días después, la amiga de Diana Carolina les informó a sus padres que la joven no había regresado al trabajo ni al apartamento que compartían, por lo que sus familiares decidieron poner la denuncia ante la Fiscalía y, posteriormente, ante la Sijín de la Policía.

“Mi corazón de padre me decía que ese tipo la tenía; ese mismo día, el 8 de enero, hablé con la administradora del conjunto y con los policías del cuadrante para que abrieran el apartamento. Yo sabía que ellos estaban allá y si hubieran permitido que entráramos mi hija se hubiera podido salvar”, dijo el padre de la joven.

Fuentes extraoficiales aseguran que el pasado 12 de enero, día en el que habría sido asesinada la joven, la dueña del predio habría recibido el pago del arriendo como lo hacía cada mes.