La calma en la barriada de los Prunos en Sevilla se vio rota con la llegada de los coches patrulla. Un matrimonio era sospechoso de haber matado a su hijo de 18 meses.
Un cliente de 39 años asesinó a una prostituta de 47 años a puñaladas y después se entregó en la comisaría de la Policía Local de Valls (Barcelona).