La preocupación por la privacidad en el uso de dispositivos móviles ha cobrado nueva relevancia. Un estudio reciente ha confirmado que muchas aplicaciones son capaces de rastrear a los usuarios, incluso cuando estos han desactivado el GPS. Este fenómeno, lejos de ser una mera paranoia colectiva, se ha convertido en una realidad inquietante.
El informe, elaborado por un grupo de investigadores españoles y presentado en la conferencia sobre privacidad PETS en Washington, revela que miles de aplicaciones utilizan permisos de Bluetooth y Wi-Fi para seguir la localización de los usuarios. Esto ocurre a pesar de que muchos usuarios han denegado el acceso a su ubicación mediante GPS. Aunque ya se conocía que las antenas pueden identificar dispositivos móviles cercanos, lo alarmante es el ecosistema opaco que permite a empresas recopilar esta información a través de fragmentos de código insertados en diversas aplicaciones.
Rastreo encubierto y publicidad dirigida
El estudio pone en entredicho la creencia común de que los teléfonos escuchan nuestras conversaciones. En realidad, los datos de localización obtenidos permiten hacer inferencias precisas sobre nuestros hábitos diarios. Así, no es sorprendente recibir anuncios relacionados con temas íntimos sin saber cómo llegaron hasta nosotros.
Existen bases de datos públicas que contienen coordenadas GPS de balizas Bluetooth y redes Wi-Fi. Cuando una aplicación detecta un móvil cerca de una baliza, puede deducir que su propietario ha estado allí. Esta tecnología, aunque no es sofisticada, debería estar restringida a aplicaciones con permisos explícitos, y no ser utilizada por firmas desconocidas del ámbito del marketing. Según el estudio, "el 86% de las 9.976 aplicaciones analizadas que utilizan balizas recopilan datos personales identificables", incluyendo nombres y IDs de dispositivos.
Implicaciones más allá del comercio
Los datos recopilados revelan mucho más que simples patrones comerciales; pueden indicar qué consumimos o qué lugares frecuentamos. Por ejemplo, si un usuario recibe una oferta justo al entrar en un establecimiento como Burger King, es evidente cómo funciona este sistema. Sin embargo, el uso indiscriminado de estos datos plantea riesgos significativos: decenas de aplicaciones están recolectando información sin control y vendiéndola a terceros.
Aparte del impacto comercial, las implicaciones son aún más preocupantes. Narseo Vallina, coautor del estudio e investigador en Imdea Networks, advierte sobre el peligro del rastreo constante: "Se puede identificar los movimientos y relaciones sociales de las personas". Conocer la ubicación exacta de alguien permite deducir si ha visitado lugares sensibles como mezquitas o centros médicos. Además, esta información podría ser utilizada para localizar a inmigrantes indocumentados o reconstruir actividades relacionadas con casos delicados.
Preguntas sobre la noticia
¿Las aplicaciones pueden rastrear mi ubicación sin acceso al GPS?
Sí, según una investigación, muchas aplicaciones utilizan permisos de Bluetooth y Wi-Fi para rastrear la localización de los usuarios incluso si han denegado el acceso al GPS.
¿Cómo se obtienen mis datos de ubicación?
Las aplicaciones pueden detectar móviles cerca de balizas Bluetooth y antenas Wi-Fi, lo que permite inferir la ubicación de los usuarios y sus hábitos sin necesidad de escuchar conversaciones.
¿Qué tipo de información recopilan las aplicaciones?
El estudio revela que el 86% de las aplicaciones analizadas que usan balizas recopilan datos personales identificables, como el nombre o el ID del dispositivo, además de coordenadas GPS y redes Wi-Fi cercanas.
¿Por qué es preocupante la recopilación de estos datos?
La recopilación indiscriminada de datos puede permitir a terceros rastrear a personas, identificar sus movimientos y relaciones. Esto plantea riesgos más allá de la publicidad, como la privacidad personal y la seguridad.
¿Qué se puede deducir a partir de mis datos de localización?
A partir de los datos recopilados, se puede inferir información sobre los lugares que frecuentamos, nuestras compras y hasta aspectos íntimos de nuestra vida cotidiana.