La paliza se produjo en la madrugada del 14 de julio en la Playa de Palma y los golpes le llevaron al joven a la UCI del hospital de Son Espases, donde lamentablemente no se puedo hacer nada por salvar su vida. El chico murió el sábado 17 y otras cuatro personas han resultado heridas.
Los agresores buscaban “sembrar el pánico”
La víctima, al parecer, no conocía de nada a los agresores, que le asestaron numerosos golpes y patadas porque, según relatan los testigos, buscaban “sembrar el pánico” a modo de divertimento. De las trece personas que iniciaron la pelea, tres de ellas han sufrido heridas leves y una, contusiones graves.
Este juego letal consistía en que los jóvenes se acercaban a algún compatriota con la excusa de alegrarse por conocerse y, cuando ya entraban en confianza, le asestaban una paliza usando la “violencia extrema”. La Policía ha abierto una investigación y ha reconocido que la única intención de los jóvenes, de apenas 18-20 años, era hacer daño. Estos holandeses se hospedaban en una urbanización de lujo en Palma y han podido ser identificados por las cámaras de seguridad cuando propinaban la paliza.
De momento solo hay un detenido, puesto que el resto de integrantes del grupo han conseguido huir de España. Escaparon en cuanto supieron de la orden de detención que existe contra ellos y han vuelto a Países Bajos. La Policía insular está cooperando con la policía holandesa para conseguir detener a estos agresores. En cuanto a la familia del fallecido, ha autorizado la donación de sus órganos, a los que se les hará una autopsia para esclarecer todo lo ocurrido.
‘Turismo de borrachera’ en España
Este hecho nos hace recordar los distintos episodios trágicos y violentos que ha vivido la isla de Mallorca, aunque estos suceden en otros lugares del país, especialmente aquellos que acogen a más turistas en época de verano. Es lo que se conoce como “turismo de borrachera” y que se da, sobre todo, con turistas ingleses, alemanes y holandeses. A pesar de la pandemia, las cosas no cambian e, incluso, el año pasado en plena pandemia, nos visitaron turistas ingleses que provocaron altercados en Magaluf, Palma y Calvià, muy conocidas por el ambiente nocturno en la isla.
Preocupa que este turismo de excesos ofrezca una mala reputación para nuestro país. No solo eso, sino que los jóvenes están descontrolados y protagonizan escenas lamentables, como borracheras, también sexo sin control, palizas, balconing, destrozos…, además que estos turistas no respetan la situación sanitaria, porque no llevan mascarillas y se juntan varios.
En este escenario todos son responsables y es momento de ponerles el freno. De hecho, el turoperador alemán Alltours ha vuelto a reclamar al Govern de Mallorca que tome medidas más estrictas e incluso prohíba la entrada a estos jóvenes para no “poner en peligro lo conseguido en la isla”. Pero un año más, se repiten los hechos.
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