La ONU ha acusado a Israel de bloquear la ayuda humanitaria en Gaza, afirmando que no ha llegado ni un grano de arroz a los puntos de distribución. A pesar de que Israel anunció la reanudación del ingreso de asistencia, solo se ha permitido el acceso simbólico de unos pocos camiones, sin que los suministros lleguen a los almacenes de la ONU. La situación es crítica, con imágenes de desnutrición infantil en medio de un aparente intento del gobierno israelí por ocultar su falta de acción. Además, se han reportado intentos por parte de colonos israelíes para impedir el paso de camiones con ayuda. La comunidad internacional sigue presionando para garantizar el acceso a la asistencia necesaria para la población palestina.
En un contexto marcado por la crisis humanitaria en Gaza, la ONU ha acusado a Israel de bloquear la ayuda necesaria para la población palestina. A pesar de que el Gobierno israelí anunció la reanudación de la entrada de asistencia humanitaria, hasta el momento no ha llegado ni un solo kilo de alimentos o medicinas a los puntos de distribución en el enclave.
Recientemente, Israel se vio obligado a permitir la entrada de ayuda humanitaria debido a las presiones ejercidas por sus principales aliados. Sin embargo, esta entrada ha sido mínima, representando apenas un plato de comida por cada palestino. Más alarmante es que los productos no han llegado a los centros de distribución establecidos.
A pesar de los intentos del Estado hebreo por proyectar una imagen positiva al mundo, mostrando camiones listos para entregar ayuda en Gaza, esta situación es más bien una fachada. Aunque algunos vehículos han logrado ingresar al territorio, ninguno ha conseguido llegar a los almacenes de las Naciones Unidas.
Pascale Coissarf, coordinadora de Emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza, describe la situación como una “cortina de humo”. Por su parte, Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, corroboró que aunque algunos suministros han llegado a la franja, no han podido ser asegurados en sus puntos de entrega.
No solo se limita el acceso al paso fronterizo de Kerem Shalom, donde un grupo de colonos intenta obstaculizar el paso de camiones con ayuda humanitaria. Israel también impide que mercancías ya en camino lleguen a su destino, lo que pone en riesgo su integridad. Muchos bienes esenciales permanecen almacenados en Jordania.
Louise Waterdidge, oficial superior de Emergencias de UNRWA desde Amán, expresa su frustración: “Todos los suministros que me rodean están a tres horas de Gaza mientras seguimos viendo horribles imágenes de niños desnutridos”.
En medio del conflicto, el Gobierno israelí ha dejado entrever su intención de llevar a cabo una limpieza étnica en Gaza. El primer ministro Netanyahu admitió recientemente que permitiría la entrada de ayuda para evitar críticas por posibles crímenes bélicos. En este contexto, el diputado Moshe Feiglin afirmó que “cualquier niño o bebé palestino es enemigo de Israel”, sugiriendo incluso su eliminación.
La ONU acusa a Israel de bloquear la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, afirmando que no ha llegado ni un solo kilo de comida ni medicinas a los puntos de reparto en el enclave palestino.
A pesar de que Israel anunció la reanudación de la entrada de ayuda humanitaria, hasta el momento solo ha llegado una cantidad irrisoria, equivalente a apenas un plato de comida por cada palestino, y no ha podido llegar a los almacenes de Naciones Unidas.
Pascale Coissarf, coordinadora de Emergencias de Médicos Sin Fronteras en Gaza, describe la situación como una "cortina de humo", confirmando que aunque algunos suministros han llegado, no se han distribuido adecuadamente.
El Gobierno israelí ha mostrado su interés en permitir la entrada de ayuda para evitar reproches internacionales sobre crímenes de guerra. Sin embargo, también se han escuchado declaraciones extremas por parte de algunos políticos israelíes sobre los palestinos.
Muchos suministros están almacenados en Jordania, a tres horas de distancia de Gaza, mientras las imágenes de desnutrición infantil continúan apareciendo.