El detenido colabora en una cadena que emite desde Barcelona y con gran seguimiento entre la comunidad marroquí residente en Cataluña. Una oyente que escuchó el programa a través de una conocida red social puso en aviso a la policía tras escuchar un discurso cargado de proclamas vejatorias e insultantes llegó a insinuar que si viviera en determinados países le podrían cortar la cabeza por ser atea y faltar al respeto al profeta.
"La imposición de la pena de muerte por relaciones íntimas entre personas del mismo sexo es una violación atroz de los derechos humanos", afirma un grupo de especialistas de las Naciones Unidas en garantías fundamentales.