Los dos jóvenes jugaban en un parque de la localidad zaragozana, cuando comenzaron a discutir. La riña de niños llegó hasta sus progenitores. Jesús L. M al ver que su hijo era atacado verbalmente por el otro, lanzó su enfado contra Juan Antonio Aranda Moreno, propinándole varios golpes.
Juan consiguió zafarse del agresor y junto con su mujer y su hijo huyeron a pie del lugar. Pero Jesús no se dio por vencido y cogió el coche para seguirles. A unos doscientos metros de donde se produjo el altercado le volvió a agredir. Cuando cesó la trifulca la víctima, que iba camino de su domicilio, se desmayó en mitad de la vía pública. Los servicios médicos trataron de reanimarle, pero fue imposible.
Según el informe forense, la causa de la muerte fue un derrame cerebral. El fallecido tenía hematomas en la cabeza, producidos por el traumatismo. Al realizar la autopsia el primer informe no ha sido concluyente, ya que no se ha podido saber si la muerte fue natural o se debió a la agresión. Los problemas de corazón que sufría la víctima pudieron ser un agravante para su muerte.
El detenido al ser arrestado negó que hubiese pegado a Juan durante la pelea. Aunque la policía dispone de varias declaraciones de testigos que vieron como la víctima fue golpeada en dos ocasiones.
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