Josep Pàmies, conocido como un controvertido gurú de terapias alternativas, se enfrenta a nuevos cargos en los juzgados por vender lejía como cura para el autismo y otras enfermedades. A pesar de haber sido condenado anteriormente a pagar 1,2 millones de euros por delitos contra la salud pública, Pàmies continúa promoviendo su producto a través de su asociación 'Dulce Revolución'. Sus seguidores defienden el uso del clorito de sodio, una sustancia peligrosa, convencidos de sus supuestas propiedades curativas. La situación ha generado un gran debate sobre la desinformación en salud y la promoción de tratamientos no aprobados.
