La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a un hombre a 5 años de prisión por agresión sexual a su hijastra de 10 años, a quien realizó tocamientos en agosto de 2023 en Pamplona. La sentencia establece que el acusado no podrá acercarse a la víctima durante 10 años y deberá indemnizarla con 8.000 euros por daño moral. Aunque la fiscalía solicitó penas más severas, el tribunal consideró probado el delito sin penetración y absolvió al encausado de otros cargos. La menor presentó síntomas ansioso-depresivos tras los hechos, y el tribunal destacó la credibilidad de su testimonio, respaldado por pruebas genéticas.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial ha dictado una sentencia condenatoria a cinco años de prisión por un delito de agresión sexual contra un hombre que, en agosto de 2023, realizó tocamientos a la hija de 10 años de su expareja en su domicilio en Pamplona.
De acuerdo con el fallo judicial, que puede ser apelado ante el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, el condenado no podrá acercarse ni comunicarse con la víctima durante un periodo de diez años. Además, deberá cumplir con cinco años adicionales de libertad vigilada tras cumplir su pena privativa de libertad.
En concepto de responsabilidad civil, el agresor deberá indemnizar a la menor con 8.000 euros por el daño moral causado. Durante el juicio celebrado el pasado 18 de noviembre, la fiscalía había solicitado una pena total de 16 años: once años por agresión sexual sobre menor con penetración y cinco más por un delito continuado de tocamientos. Por su parte, la acusación particular elevó las peticiones a 12 y 6 años respectivamente, mientras que la defensa solicitó la absolución.
La Audiencia ha confirmado la existencia del primer delito de agresión sexual sin penetración, pero ha absuelto al acusado del segundo cargo relacionado con los tocamientos continuados.
Según se detalla en la sentencia, el procesado había mantenido una relación sentimental con la madre de la niña, aunque esta se encontraba en proceso de ruptura durante los hechos. En ese momento, la mujer tenía tres hijas: dos mayores y una pequeña. El día 25 de agosto, el acusado pasó la noche en casa de su expareja y se tumbó junto a la niña en su cama después del almuerzo.
La menor le pidió que le rascara la espalda y fue entonces cuando el hombre realizó tocamientos inapropiados. La resolución judicial indica que le dio besos y tocó sus genitales sin que se haya probado que llegara a introducir ningún dedo. No obstante, no se pudo demostrar que hubiera realizado otros tocamientos en ocasiones anteriores.
Como consecuencia del abuso, la menor presentó síntomas ansioso-depresivos. El inculpado había convivido con su pareja e hijas durante aproximadamente tres años y mantenía una relación cercana con la niña, similar a una figura paterna.
Durante el juicio, el procesado negó haber tenido contacto sexual alguno con ella. Sin embargo, los magistrados expresaron plena confianza en el testimonio de la víctima, respaldado por pruebas como un perfil genético encontrado en los pechos de la menor. Este hallazgo no se encontró en los genitales, lo cual llevó al tribunal a descartar cualquier tipo de penetración.
El tribunal también consideró relevante el informe psicológico forense que corroboraba la credibilidad del testimonio infantil. Además, señalaron que el comportamiento posterior del acusado —abandonar rápidamente el hogar sin ofrecer explicaciones— refuerza las dudas sobre su versión de los hechos.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 5 | Años de prisión |
| 200 | Metros de distancia a mantener respecto a la víctima |
| 10 | Años de prohibición de acercamiento |
| 8,000 | Euros de indemnización por daño moral |
| 10 | Edad de la víctima |
Se le ha imputado un delito de agresión sexual a su hijastra de 10 años, por el cual ha sido condenado a 5 años de prisión.
En el juicio, la fiscalía solicitó una pena mayor, pero la Audiencia consideró probado el delito de agresión sexual sin penetración y absolvió al acusado del segundo delito de tocamientos continuados.
El acusado mantuvo una relación sentimental con la madre de la víctima y tenía una relación cercana con ella, similar a la de un padre-hija.
Además de la pena privativa de libertad, deberá cumplir una medida de libertad vigilada durante 5 años y no podrá comunicarse ni acercarse a la víctima a menos de 200 metros durante 10 años.
El condenado deberá indemnizar a la víctima con 8.000 euros por daño moral.