La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un hombre a cinco años de prisión por abuso sexual continuado a su nieta, quien sufrió tocamientos en sus partes íntimas durante seis años. Además de la pena de cárcel, se le impone una indemnización de 15.000 euros y se le prohíbe acercarse a la víctima o comunicarse con ella. Los abusos comenzaron cuando la niña tenía solo 4 años y finalizaron cuando cumplió 10, tras lo cual la menor denunció los hechos al tomar conciencia del abuso a través de una actividad escolar. La sentencia no es firme y puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha dictado una sentencia condenatoria de cinco años de prisión por un delito continuado de abuso sexual a menor. El fallo se dirige contra un hombre que, durante seis años, sometió a su nieta, que era menor de edad, a tocamientos en sus partes íntimas.
Además de la pena privativa de libertad, el tribunal ha ordenado el pago de una indemnización de 15.000 euros para la víctima, como compensación por los daños y perjuicios sufridos. Asimismo, el condenado tiene prohibido acercarse a menos de 500 metros de la niña, su domicilio o cualquier lugar donde ella se encuentre, así como comunicarse con ella por cualquier medio.
El hombre también ha sido inhabilitado para ejercer cualquier profesión u oficio que implique contacto regular y directo con menores durante un periodo de nueve años.
Los abusos comenzaron en 2009, cuando la niña tenía apenas cuatro años y el condenado contaba con 67. Según detalla la sentencia, el acusado aprovechaba su papel como encargado de recoger a la menor del colegio para llevar a cabo los abusos. Utilizó su relación familiar para satisfacer sus deseos sexuales, desnudándose ante ella en múltiples ocasiones y solicitándole que lo besara.
La situación se prolongó hasta 2015, cuando la niña alcanzó los diez años. No fue sino hasta años después que pudo relatar lo sucedido; esto ocurrió tras participar en una actividad escolar sobre abuso sexual que le permitió reconocer su propia experiencia con su abuelo.
Como consecuencia de estos hechos, la víctima ha desarrollado un trastorno de estrés postraumático, acompañado de ansiedad y depresión. Durante el juicio oral, el acusado negó las acusaciones y sostuvo que nunca había estado solo con la niña mientras cuidaba de ella.
No obstante, la Sala llegó a la conclusión opuesta tras evaluar las pruebas presentadas. Los informes psicológicos y el testimonio detallado y consistente de la menor fueron determinantes para corroborar los hechos denunciados. La ausencia de motivos espurios por parte de la víctima reforzó aún más la credibilidad del relato.
La sentencia emitida no es definitiva y puede ser objeto de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 5 años | Pena de prisión |
| 15,000 euros | Indemnización a la víctima |
| 500 metros | Distancia de acercamiento prohibida |
| 9 años | Inhabilitación para ejercer profesiones con menores |
El hombre fue condenado a una pena de prisión de cinco años por un delito continuado de abuso sexual a menor.
El condenado deberá pagar una indemnización de 15.000 euros para la niña por los daños y perjuicios derivados del delito que sufrió.
El hombre no podrá acercarse a menos de 500 metros de la víctima, su domicilio o cualquier otro lugar en el que se halle, ni comunicarse con ella por ningún medio. Además, queda inhabilitado para ejercer cualquier profesión u oficio que conlleve contacto regular y directo con menores durante un periodo de nueve años.
Los abusos comenzaron en el año 2009, cuando la víctima tenía 4 años, y se prolongaron durante seis años, finalizando en 2015.
La menor contó los hechos años después, tras participar en una actividad sobre el abuso sexual en su colegio, donde comprendió que eso era lo que había sufrido por parte de su abuelo.
El tribunal concluyó que los hechos ocurrieron según el relato presentado, basándose en informes psicológicos y la declaración detallada y contundente de la menor, así como la ausencia de móviles espurios por parte de la víctima.
No, la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.