El alto el fuego en Siria, acordado el 19 de julio, enfrenta serias dificultades, según el enviado especial de la ONU, Geir Pedersen. A pesar de un mes de calma militar, la violencia podría reanudarse si no se implementan medidas concretas para fortalecer la confianza. Además, el coordinador de Socorro de Emergencia advirtió sobre recortes que podrían reducir el personal humanitario en un 40%, afectando gravemente la asistencia a más de 185.000 desplazados en Suweida y otras regiones. Se hace un llamado urgente a las autoridades provisionales para que adopten una visión clara hacia una Siria pacífica e inclusiva, así como a invertir en desarrollo y reconstrucción a largo plazo.
El enviado especial del Secretario General para Siria ha alertado sobre la fragilidad del alto el fuego establecido el 19 de julio en Suweida, que se encuentra bajo una intensa presión. En su intervención en el Consejo de Seguridad, Geir Pedersen advirtió que la violencia podría reanudarse en cualquier momento si no se implementan medidas más concretas y vinculantes para fortalecer la confianza entre las partes involucradas.
Pedersen expresó su preocupación por un aparente mes de "calma militar", que podría estar ocultando un deterioro en el clima político, caracterizado por un aumento en la retórica violenta. Además, la formación de un comité para supervisar la gobernanza en Suweida ha generado acusaciones sobre posibles intenciones separatistas.
El enviado especial subrayó la necesidad urgente de que las fuerzas de seguridad de las autoridades provisionales demuestren que su actuación está orientada a proteger a todos los sirios y no representa una amenaza para ellos. Este llamado se hace más relevante ante la creciente tensión en la región.
En relación a los preparativos para las elecciones a la Asamblea Provisional del Pueblo, Pedersen enfatizó que los ciudadanos deben percibir esta transición como un proceso claro y global, basado en principios de inclusión y transparencia. Esto es fundamental para aplicar lo estipulado en la resolución 2254 (2015), que busca establecer una nueva constitución consensuada y facilitar elecciones libres y justas.
Por otro lado, el coordinador de Socorro de Emergencia de la ONU informó que más de 185.000 personas han sido desplazadas en áreas como Suweida, Daraa y otras provincias cercanas a Damasco. La saturación de servicios es evidente, ya que algunas localidades están recibiendo más personas desplazadas que habitantes locales.
Tanto la ONU como sus socios están haciendo esfuerzos significativos para proporcionar asistencia vital dentro de sus limitaciones financieras. Sin embargo, Tom Fletcher advirtió que sin financiamiento adicional, será imposible mantener e incluso expandir estos esfuerzos humanitarios esenciales.
Actualmente, el llamamiento humanitario para Siria está financiado apenas en un 14%, lo cual plantea serias preocupaciones sobre el futuro del personal humanitario, que podría reducirse hasta un 40% debido a recortes presupuestarios. Las organizaciones no gubernamentales son las más afectadas por esta situación crítica.
Fletcher también hizo hincapié en la importancia de invertir en desarrollo y reconstrucción a largo plazo. Esta estrategia es crucial para permitir al pueblo sirio disminuir su dependencia de ayuda humanitaria. “Es esencial crear condiciones propicias mediante inversiones y levantamiento de sanciones”, concluyó, subrayando que esto permitirá avanzar hacia una recuperación auténtica liderada por Siria.
Cifra | Descripción |
---|---|
185,000 | Personas desplazadas en Suweida, Daraa y otras partes. |
14% | Financiación del llamamiento humanitario de 2025 para Siria. |
40% | Reducción del personal humanitario debido a recortes presupuestarios. |
16% | Centros de salud que han suspendido o reducido su capacidad. |
El alto el fuego acordado el 19 de julio se ha visto sometido a una dura prueba y es considerado frágil, con advertencias de que la violencia podría reanudarse en cualquier momento si no se implementan medidas concretas para reforzar la confianza.
Se prevé que los recortes presupuestarios provoquen una reducción del personal humanitario de al menos un 40%, afectando especialmente a las ONG, lo que complica aún más la situación de ayuda en el país.
Más de 185.000 personas han sido desplazadas en regiones como Suweida, Daraa y otras partes de Siria debido a la crisis actual.
Es necesario invertir en el desarrollo y la reconstrucción a largo plazo, así como levantar sanciones para permitir que la misión humanitaria dé paso a una recuperación auténtica liderada por Siria.