La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha expresado su preocupación por el plan de Pakistán de repatriar forzosamente a refugiados afganos, especialmente mujeres y niñas, que regresarían a un país donde sus derechos humanos están en riesgo. ACNUR insta al gobierno paquistaní a garantizar que cualquier retorno sea voluntario y seguro, advirtiendo sobre las consecuencias humanitarias del retorno masivo de afganos. Este año, más de 2,1 millones de afganos han regresado o se han visto obligados a hacerlo, lo que ha incrementado la presión sobre los servicios básicos en Afganistán.
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, ha manifestado su profunda preocupación ante la decisión de Pakistán de repatriar forzosamente a refugiados afganos que poseen tarjetas de prueba de registro. Esta medida se enmarca dentro del Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales anunciado por el gobierno paquistaní el 31 de julio.
Según informes recientes, ACNUR ha documentado arrestos y detenciones de afganos en diversas localidades del país, incluyendo a aquellos que cuentan con la mencionada tarjeta. Pakistán ha acogido a más de dos millones de afganos, siendo 1,3 millones los que están oficialmente registrados.
Desde el inicio del año, más de 2,1 millones de afganos han regresado o se han visto obligados a retornar a su país, entre ellos 352.000 desde Pakistán. En una conferencia de prensa celebrada en Ginebra, el portavoz de ACNUR destacó que Pakistán ha brindado refugio a estas personas durante más de 40 años, a pesar de sus propias dificultades económicas y sociales.
Babar Baloch, portavoz del organismo, subrayó que el retorno forzado de aquellos con tarjetas de prueba contraviene el enfoque humanitario que Pakistán ha mantenido hacia este grupo y representa una violación del principio de no devolución. La situación es especialmente alarmante para las women and girls forced to return, quienes enfrentarán un entorno donde sus derechos humanos están severamente amenazados.
“Instamos a las autoridades paquistaníes a asegurar que todo retorno sea voluntario, seguro y digno”, enfatizó Baloch. ACNUR también solicitó una extensión en la validez de las tarjetas que protegen los derechos de los afganos y celebró la prórroga adicional otorgada por Pakistán.
Baloch hizo hincapié en la necesidad urgente de implementar medidas que eximan del retorno involuntario a aquellos afganos que requieren protección internacional continua. Asimismo, destacó la importancia del compromiso paquistaní para permitir la estancia legal a quienes necesiten atención médica o estén cursando estudios superiores.
El retorno masivo y acelerado de afganos este año desde países vecinos está generando una enorme presión sobre los servicios básicos, así como sobre las comunidades locales que acogen a estos retornados. Esta situación agrava una crisis humanitaria ya crítica en Afganistán.
ACNUR advirtió que tales repatriaciones rápidas incrementan significativamente las necesidades de protección y pueden desestabilizar aún más Afganistán y su región circundante, lo cual podría resultar en un mayor desplazamiento forzado.
Cifra | Descripción |
---|---|
Más de 2 millones | Afganos que han regresado o se han visto obligados a regresar a Afganistán este año. |
352,000 | Regresos desde Pakistán. |
Más de 2 millones | Afganos acogidos por Pakistán. |
1.3 millones | Afganos registrados en Pakistán. |
Más de 40 años | Tiempo que Pakistán ha acogido refugiados. |
ACNUR expresa gran preocupación por la intención de Pakistán de repatriar forzosamente a refugiados afganos, especialmente mujeres y niñas, a un país donde sus derechos humanos están en riesgo.
Pakistán ha confirmado que los refugiados afganos serán repatriados en virtud de su Plan de Repatriación de Extranjeros Ilegales, lo que ha llevado a informes de arrestos y detenciones de afganos en el país.
Este año, más de 2,1 millones de afganos han regresado o se han visto obligados a regresar a Afganistán, incluidos 352.000 desde Pakistán.
ACNUR pide al gobierno paquistaní que prorrogue la protección a los afganos vulnerables y garantice que no habrá retornos forzados, asegurando que todo retorno sea voluntario, seguro y digno.
El retorno masivo está ejerciendo una enorme presión sobre los servicios básicos, la vivienda y los medios de vida en Afganistán, agravando una crisis humanitaria ya grave y aumentando las necesidades de protección.