Sin familia ni amigos, su ausencia pasó desapercibida hasta que un vaso obstruyó el desagüe y provocó inundaciones en el edificio. Los vecinos recordaron un fuerte hedor en 2014, pero pensaron que era por la suciedad de las palomas. A pesar de los servicios municipales para mayores, Antonio no estaba registrado en ellos. Su muerte se descubrió accidentalmente tras las lluvias recientes, dejando a la comunidad preocupada por posibles focos de infección y la necesidad de limpieza del lugar.
El caso de Antonio, un hombre que fue hallado muerto en su vivienda tras 15 años, ha puesto de relieve la tragedia de la soledad en las grandes ciudades. Este suceso ocurrió en Valencia, donde el descubrimiento del cadáver pasó desapercibido durante más de una década. Los vecinos, que soportaron un fuerte hedor alrededor del año 2014, pensaron que se debía a la acumulación de suciedad generada por las palomas.
A pesar de que existen servicios municipales destinados a apoyar a los mayores y sistemas para detectar cambios en el consumo de agua, la muerte de Antonio fue descubierta por casualidad. Un vaso encajado en la azotea del edificio provocó una inundación tras las recientes lluvias, lo que llevó a los vecinos a alertar a los bomberos para acceder al piso que creían vacío.
Al entrar al hogar de Antonio, los bomberos encontraron un escenario desgarrador: "Mucha suciedad y el cadáver en los huesos", relata Rafael Muñoz, uno de los vecinos. Otro habitante del edificio recuerda cómo el bombero quedó atónito al descubrir la situación. Aunque algunos residentes habían notado un olor desagradable años atrás, lo atribuyeron erróneamente a las palomas.
Los vecinos ahora enfrentan la dura realidad de haber convivido con un cadáver sin saberlo durante 15 años. Muchos pensaban que Antonio estaba en una residencia o había sido trasladado a otro lugar. Sin embargo, la verdad es que vivía solo y no mantenía contacto con sus dos hijos ni con nadie más.
La falta de visitas o correspondencia también contribuyó a esta tragedia. Antonio tenía todos sus pagos al corriente y nunca recibió ninguna atención por parte del ayuntamiento, ya que no estaba registrado en servicios como la teleasistencia o ayuda para personas mayores. “El hijo ya lo sabe”, comenta Rafa, aunque aún no ha aparecido en el edificio.
La situación plantea preocupaciones adicionales para los vecinos, quienes ahora temen posibles focos de infección debido a la acumulación de suciedad y animales muertos. “Queremos que alguien venga a limpiar esto”, expresan, recordando cómo habían relacionado el mal olor con las aves antes del trágico descubrimiento.
Antonio llevaba muerto en su casa 15 años antes de que se descubriera su fallecimiento.
No se había notado la ausencia de Antonio porque no tenía amigos ni contacto con su familia, y los vecinos pensaban que el fuerte hedor provenía de la suciedad acumulada por las palomas.
La muerte de Antonio se descubrió por casualidad, cuando un vaso encajado causó una inundación en el piso, lo que llevó a los bomberos a entrar en su vivienda.
Existen servicios municipales de apoyo para mayores que viven solos y sistemas para detectar cambios en el consumo de agua, pero Antonio no estaba dado de alta en ninguno de ellos.
La mayor preocupación de los vecinos es el posible foco de infección debido a la suciedad acumulada y las palomas muertas en el edificio.