Arcópoli ha anunciado su intención de interponer una denuncia contra la concejala de VOX, Carla Toscano, por sus declaraciones durante el pleno del Ayuntamiento de Madrid. Toscano realizó afirmaciones consideradas gravemente ofensivas hacia el colectivo LGTBI+, sugiriendo que la bandera LGTBI+ está vinculada a la corrupción de menores y desacreditando el trabajo de Arcópoli en la lucha contra la LGTBIfobia. La organización argumenta que estas declaraciones podrían constituir delitos de odio e injurias graves, y hacen un llamado a los partidos democráticos para condenar públicamente este discurso. Arcópoli se compromete a defender los derechos del colectivo LGTBI+ ante lo que consideran un ataque intolerable.
La organización Arcópoli ha iniciado el proceso para presentar una denuncia contra la concejala de VOX, Carla Toscano, debido a las declaraciones consideradas gravemente ofensivas que realizó durante el pleno del Ayuntamiento de Madrid. En sus intervenciones, Toscano expresó un claro desprecio hacia el colectivo LGTBI+ y hacia la propia entidad, formulando afirmaciones que podrían ser interpretadas como delitos de odio e injurias graves.
Entre las acusaciones vertidas por Toscano se encuentra la afirmación de que Arcópoli "se dedica a hablar de sexo a los niños". Además, descalificó las denuncias gestionadas por el Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia, sugiriendo que estas se basan en "cosas sin pruebas, sin sentencias y sin condenas". La concejala también vinculó la bandera LGTBI+ con “la corrupción de menores”, señalando que:
“La bandera LGTBI representa una ideología que promueve una concepción absolutamente destructiva de la persona, y representa el totalitarismo. La bandera LGTBI es la bandera de la ideología de género, del adoctrinamiento, de la corrupción de menores, del victimismo, de los privilegios y de la desigualdad.”
Toscano también criticó el reparto de preservativos y lubricantes durante las celebraciones del Orgullo LGTBI+, describiéndolo como parte de “la orgía del Orgullo”, lo que evidencia un intento por sexualizar y estigmatizar estas iniciativas de prevención.
En otro momento, Toscano minimizó la violencia hacia personas homosexuales al afirmar que “no siempre que se agrede a una persona homosexual, es por ser homosexual”, negando así la existencia de la LGTBIfobia. Su declaración incluyó:
“Si a alguien no le gusta una persona homosexual, ¿y qué? […] ¿Hacemos chiringuitos por cada persona que no nos gusta?”
Las palabras de Toscano no solo trivializan las agresiones sufridas por el colectivo LGTBI+, sino que también legitiman este tipo de discursos desde una tribuna institucional. Desde Arcópoli se considera que estas afirmaciones trascienden lo meramente personal o ideológico: atacan directamente la dignidad de las personas LGTBI+, fomentan prejuicios nocivos y contribuyen a normalizar el odio.
“No aceptamos ser calumniados ni que se siembre odio contra nuestro trabajo. Lo dicho por Carla Toscano es intolerable; por eso estamos trabajando en una denuncia. Esperamos que la justicia actúe con seriedad ante este caso”, declaró Luis Fernando Rosales, Coordinador General de Arcópoli.
Arcópoli está evaluando junto a su equipo jurídico si las declaraciones de Toscano pueden encajar en varios tipos penales, incluyendo un presunto delito de odio, conforme al artículo 510 del Código Penal. Se destaca especialmente el desprecio sistemático hacia el colectivo LGTBI+, vinculado erróneamente con prácticas delictivas como la corrupción de menores o el adoctrinamiento. Aunque estas acusaciones son formuladas indirectamente, su contexto podría interpretarse como una incitación al rechazo social.
A su vez, las acusaciones directas contra Arcópoli, insinuando que “nos dedicamos a hablar de sexo a menores” sin fundamento alguno y desacreditando al Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia, podrían constituir un presunto delito de injurias graves contra una entidad con proyección pública. Estas afirmaciones no están amparadas por la libertad de expresión: son falsas y tienen como objetivo sembrar desconfianza hacia una organización dedicada durante más de diez años a documentar agresiones y defender los derechos del colectivo LGTBI+.
Arcópoli hace un llamado a todos los partidos democráticos para condenar públicamente las declaraciones realizadas por Carla Toscano. El discurso del odio no debe ser tolerado ni normalizado dentro de las instituciones. Especialmente se apela al Ayuntamiento de Madrid, que este año ha decidido no colocar la bandera LGTBI+ en su fachada como símbolo del respaldo a esta comunidad.
Frente al odio, no nos callamos. Responderemos en los tribunales y en las calles con firmeza y sin miedo.
Arcópoli está trabajando en interponer una denuncia contra la concejala de VOX, Carla Toscano, debido a sus declaraciones durante un pleno del Ayuntamiento de Madrid que consideran gravísimas y cargadas de desprecio hacia el colectivo LGTBI+.
Toscano acusó a Arcópoli de "dedicarse a hablar de sexo a los niños" y desestimó las denuncias gestionadas por la entidad, sugiriendo que se recogen "cosas sin pruebas". También vinculó la bandera LGTBI+ con la "corrupción de menores".
Las declaraciones podrían constituir presuntos delitos de odio e injurias graves, ya que atacan la dignidad del colectivo LGTBI+ y promueven prejuicios dañinos.
Arcópoli está analizando con su equipo jurídico si las manifestaciones de Toscano podrían encajar en varios tipos penales y ha hecho un llamamiento a todos los partidos democráticos para condenar públicamente dichas declaraciones.
El Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia, impulsado por Arcópoli, se dedica al análisis, documentación y denuncia de incidentes de odio contra personas LGTBI+, así como al acompañamiento de víctimas.