El 9 de noviembre de 2023, Alejo Vidal-Quadras, de 78 años, fue víctima de un intento de asesinato en el barrio de Salamanca, en el centro de Madrid. Sobre las 13:30 horas, un sicario, identificado posteriormente como Mehrez Ayari, ciudadano francés de origen tunecino, le disparó en la cara a corta distancia tras saludarlo con un “hola, señor”. La bala atravesó la mandíbula del expolítico, causándole una doble fractura, pero un giro instintivo de cabeza evitó un desenlace fatal. Vidal-Quadras fue trasladado al Hospital Gregorio Marañón, donde fue intervenido de urgencia y logró estabilizarse, siendo dado de alta 15 días después.
El ataque, ejecutado a plena luz del día, fue descrito por los investigadores como un acto “meticulosamente preparado” durante semanas, con vigilancias previas, compras de material y reuniones en distintos puntos de España. Desde el principio, la investigación, liderada por la Comisaría General de Información y supervisada por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, apuntó a un posible móvil terrorista, con la hipótesis principal centrada en una posible conexión con el régimen iraní debido a los vínculos de Vidal-Quadras con la oposición de ese país, particularmente el Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI).
El detenido trasladado este viernes es el hermano de Mehrez Ayari, el presunto autor material del disparo, quien fue arrestado en Países Bajos el 19 de junio de 2024. Según fuentes policiales, este individuo, de nacionalidad tunecina, está acusado de participar directamente en la planificación y logística del atentado. Su detención inicial ocurrió en Francia en noviembre de 2024, y su traslado a España se ha llevado a cabo en virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE). La operación ha contado con la colaboración de agentes de la Unidad de Intervención Policial y la Comisaría General de Información, destacando el papel clave de la cooperación internacional en este caso.
Fuentes policiales han señalado que el hermano de Ayari actuó como un enlace entre los organizadores del atentado y el sicario, desempeñando un rol crucial en la coordinación del ataque. Sin embargo, las informaciones disponibles no han aclarado si este sospechoso ha sido formalmente imputado o si permanece bajo investigación mientras se recopilan más pruebas.
La investigación del atentado contra Vidal-Quadras ha sido compleja, con múltiples detenciones y una red de sospechosos que abarca varios países. Hasta la fecha, se han registrado nueve arrestos relacionados con el caso:
Además, las autoridades buscan a Sami Bekal Bounouare, un ciudadano español-marroquí nacido en Palma de Mallorca, considerado el presunto “cerebro” de la operación. La policía holandesa ofrece una recompensa de 50.000 euros por información que conduzca a su captura, ya que también se le vincula con otros crímenes, incluido un intento de asesinato contra una activista iraní en Países Bajos en 2024.
Desde el inicio, Vidal-Quadras ha insistido en que el régimen iraní está detrás del atentado, debido a su apoyo de larga data a la oposición iraní. En una rueda de prensa en febrero de 2024, el expolítico afirmó: “No tengo ninguna duda de que fue el régimen de Irán”, y pidió a la Unión Europea medidas más contundentes contra Teherán, como el cierre de embajadas. La investigación ha reforzado esta hipótesis, especialmente tras la detención de Ayari, que acreditó la posible implicación de la Mocro Maffia, una organización criminal holandesa-marroquí conocida por su extrema violencia y que habría actuado por encargo.
La policía holandesa también ha encontrado evidencias que relacionan a los implicados en el atentado contra Vidal-Quadras con otro intento de asesinato contra un opositor iraní en Haarlem en 2024, lo que sugiere un patrón de ataques coordinados. Mensajes interceptados entre los sospechosos, incluyendo órdenes de Sami Bekal, refuerzan la idea de una red criminal bien organizada.