La ONU condena enérgicamente el ataque suicida en una mezquita de Gamboru, Nigeria, que dejó cinco muertos y más de 30 heridos. El coordinador residente de la ONU en Nigeria, Mohamed Fall, calificó el incidente como un "ataque bárbaro contra civiles inocentes". Este atentado se suma a una serie de ataques brutales en la región, exacerbando una grave crisis humanitaria. Las autoridades locales han instado a aumentar la vigilancia y las medidas de seguridad, especialmente durante el periodo festivo. La ONU reafirma su compromiso de apoyar a las comunidades afectadas por esta crisis de seguridad.
Las Naciones Unidas han expresado su enérgica condena ante el atentado suicida que tuvo lugar en una mezquita ubicada en el mercado de Gamboru, en el estado de Borno, al noreste de Nigeria. Este ataque ha dejado un saldo trágico de varios muertos y numerosos heridos.
El incidente ocurrió durante las oraciones nocturnas, cuando la mezquita estaba llena de fieles. Este ataque se suma a una serie de agresiones brutales dirigidas contra civiles en una región ya marcada por una grave crisis de seguridad.
Mohamed Fall, coordinador residente de la ONU en Nigeria, manifestó su profunda tristeza por la pérdida de vidas, calificando el acto como un «ataque bárbaro contra civiles inocentes». En un comunicado emitido desde Abuja, Fall indicó que el ataque resultó en la muerte de cinco personas y dejó a más de 30 heridas.
En su declaración, Fall se alineó con el gobernador del estado de Borno, Babagana Umara Zulum, quien también condenó firmemente este asalto y subrayó que los lugares de culto nunca deben ser objeto de ataques. El coordinador expresó sus condolencias a las familias afectadas y deseó una pronta recuperación a los heridos.
El ataque en la mezquita del mercado de Gamboru representa solo uno más dentro de una serie de atentados mortales que han azotado al estado de Borno este año. Fall lo describió como «otro recordatorio horrible del alto coste» que implican estos ataques brutales. Recordó también un incidente anterior ocurrido el 5 de septiembre en Darajamal, donde más de 50 civiles perdieron la vida a manos de presuntos miembros de grupos armados no gubernamentales.
Además, se han registrado ataques sistemáticos a comunidades rurales y campos para refugiados locales, muchos de ellos perpetrados con explosivos artesanales y mediante atentados suicidas. Agricultores, pescadores, comerciantes y viajeros son frecuentemente blanco de estas violencias, lo que agrava aún más la crisis humanitaria existente en la región.
Fall reiteró su llamado a todas las partes involucradas en el conflicto para que protejan a los civiles reunidos en lugares sagrados y respeten sus propiedades. También enfatizó la necesidad de defender el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
A pesar del contexto complicado en términos de seguridad, las Naciones Unidas han reafirmado su compromiso para seguir apoyando a las comunidades afectadas por esta crisis. «Las Naciones Unidas continuarán respaldando los esfuerzos del Gobierno para ayudar a quienes sufren debido a esta situación crítica», concluyó Fall, destacando la importancia vital de mantener la asistencia humanitaria y garantizar la protección civil.
| Descripción | Cifra |
|---|---|
| Número de muertos en el ataque | 5 |
| Número de heridos en el ataque | Más de 30 |
| Número de civiles asesinados en otro ataque (5 de septiembre) | Más de 50 |