Un hombre de 80 años se suicida en Torremolinos, Málaga, justo cuando iba a ser desahuciado de su vivienda tras 20 años de residencia. El trágico suceso ocurrió cuando la comitiva judicial llegó para ejecutar el desalojo debido a una ejecución hipotecaria. El anciano se disparó en la cabeza y, aunque fue trasladado con vida al hospital, falleció horas después. Los vecinos indican que había enfrentado problemas económicos y que su esposa había fallecido recientemente, lo que complicó aún más su situación personal. Este caso resalta las dramáticas consecuencias del problema de la vivienda en España.
El drama de la vivienda en España ha cobrado una nueva dimensión con el trágico suceso ocurrido este martes en Torremolinos, Málaga. Un hombre de 80 años decidió quitarse la vida al verse enfrentado a un desahucio inminente.
Los hechos se desarrollaron cuando la comitiva judicial llegó a su hogar para proceder con el desalojo. En un acto desesperado, el anciano se disparó en la cabeza. A pesar de que los agentes de la Policía Local lograron acceder a la vivienda y lo encontraron aún con vida, fue trasladado de urgencia al Hospital Regional Universitario de Málaga, donde falleció horas más tarde, según confirmaron fuentes sanitarias.
El desahucio del octogenario estaba relacionado con una ejecución hipotecaria sobre el piso que había habitado durante cerca de 20 años. En los últimos tiempos, el hombre había enfrentado dificultades financieras que le impidieron cumplir con sus obligaciones de pago, lo que llevó a que su vivienda fuera subastada para saldar la deuda acumulada.
Algunos vecinos han revelado que el anciano atravesaba circunstancias personales complicadas, especialmente tras el fallecimiento de su esposa hace unos meses. Este contexto emocional parece haber influido en su estado mental ante la amenaza del desalojo.
El juzgado había otorgado un plazo para que el anciano abandonara la propiedad, y este martes se llevaba a cabo oficialmente el lanzamiento y la toma de posesión del inmueble por parte del nuevo propietario. La tragedia resalta las tensiones sociales en torno a los desahucios y las crisis habitacionales que afectan a muchas personas mayores en España.
El hombre se suicidó disparándose en la cabeza cuando iba a ser desahuciado de su vivienda, donde había residido durante cerca de 20 años.
El desahucio se debía a una ejecución hipotecaria del piso, ya que el anciano había tenido problemas para cumplir con los pagos al banco y la vivienda había sido subastada para hacer frente a la deuda.
Tras el disparo, el hombre fue encontrado con vida y trasladado al Hospital Regional Universitario de Málaga, donde falleció unas horas después.
Algunos vecinos mencionaron que la esposa del octogenario había fallecido hace unos meses y que él estaba pasando por circunstancias personales delicadas.
El lanzamiento y la toma oficial de posesión del inmueble por parte del nuevo propietario se estaban llevando a cabo el mismo día en que ocurrió el trágico suceso.