Detenido en Aduna el responsable de un club de alterne por explotación sexual y un intento de agresión sexual a una trabajadora. La Ertzaintza actuó tras la denuncia de la víctima, quien relató condiciones laborales degradantes y coercitivas, además de la inducción al consumo de drogas en el local. El detenido, de 66 años, enfrenta cargos por prostitución e intento de agresión sexual tras varios meses de sufrimiento por parte de la trabajadora.
La Ertzaintza ha llevado a cabo la detención del encargado de un club de alterne en Aduna, en la provincia de Gipuzkoa, bajo la acusación de explotación sexual de una trabajadora. Esta mujer denunció que el responsable intentó agredirla sexualmente en una ocasión y también relató haber sufrido un trato degradante y coerción para el consumo de drogas.
El incidente fue reportado el pasado sábado por la tarde, cuando la Ertzaintza recibió información sobre un posible caso de explotación sexual en el establecimiento. Según la declaración de la víctima, las condiciones laborales en el local eran extremadamente abusivas, con exigencias de trabajo continuado sin descanso y presiones para realizar actos en contra de su voluntad.
La trabajadora describió un ambiente laboral hostil y degradante. En una ocasión específica, logró escapar tras un intento de agresión sexual por parte del responsable del club. Además, se alegó que tanto clientes como empleados estaban expuestos al suministro de sustancias estupefacientes dentro del local.
A pesar del miedo a represalias que la llevó a soportar situaciones difíciles durante varios meses, finalmente decidió presentar su denuncia. Tras recibir esta información, los agentes iniciaron una investigación para verificar los hechos denunciados.
Como resultado de estas indagaciones, ayer por la mañana se procedió a la detención del hombre, quien tiene 66 años, acusado de prostitución e intento de agresión sexual.
En Aduna, la Ertzaintza detuvo al responsable de un club de alterne por un presunto delito de explotación sexual a una trabajadora y un intento de agresión sexual.
El responsable del club fue acusado de exigir a las trabajadoras realizar servicios sin descanso y bajo condiciones degradantes. También se le acusa de intentar agredir sexualmente a una de ellas y de facilitar el consumo de sustancias estupefacientes.
La policía tuvo conocimiento del caso a través de la denuncia presentada por una trabajadora que sufrió explotación y malos tratos en el local.
Los agentes iniciaron investigaciones para comprobar los hechos denunciados y procedieron a la detención del responsable del local.
Se le imputa como presunto autor de los delitos de prostitución e intento de agresión sexual.