Myanmar enfrenta una grave crisis de derechos humanos, según un informe del Mecanismo de Investigación Independiente para Myanmar (IIMM) respaldado por la ONU. Se han documentado torturas sistemáticas en centros de detención controlados por el ejército, incluyendo palizas, descargas eléctricas y violencia sexual. El informe destaca que desde el golpe militar de febrero de 2021, las atrocidades han aumentado en frecuencia y brutalidad, afectando a millones y sumiendo al país en una crisis humanitaria. Los investigadores están identificando a los responsables y apoyando procesos judiciales internacionales para rendir cuentas a los perpetradores.
Un grupo de investigadores independientes, respaldados por la ONU, ha revelado la existencia de torturas sistemáticas en los centros de detención controlados por el ejército de Myanmar. Entre las atrocidades documentadas se encuentran palizas, descargas eléctricas, estrangulamientos y violaciones grupales, un patrón de violencia que se intensifica en todo el país.
En su informe anual publicado recientemente, el Mecanismo de Investigación Independiente para Myanmar (IIMM) destacó haber logrado avances significativos en la documentación de crímenes y en la identificación de responsables, incluyendo a comandantes de las fuerzas de seguridad que supervisan estos centros. La situación en Myanmar se deterioró tras el golpe militar de febrero de 2021, que resultó en la detención de líderes civiles como el presidente Win Myint y la consejera de Estado Aung San Suu Kyi. Este acontecimiento desató protestas masivas y una represión violenta contra la disidencia, así como un movimiento armado de resistencia nacional.
El informe detalla crímenes horrendos, incluyendo quemaduras en genitales y ejecuciones sumarias de combatientes capturados o civiles acusados de ser informantes. Nicholas Koumjian, jefe del mecanismo, afirmó: “Hemos recopilado pruebas contundentes, incluidos testimonios de testigos, que demuestran tortura sistemática en los centros de detención de Myanmar”. Además, indicó que han avanzado en identificar a los perpetradores y están listos para apoyar cualquier jurisdicción dispuesta a juzgar estos crímenes.
El informe cubre el periodo desde el 1 de julio hasta el 30 de junio del siguiente año y se basa en más de 1300 fuentes, incluyendo cerca de 600 testimonios directos, fotografías, videos y documentos forenses. También se investigan ataques aéreos contra escuelas y hospitales durante operaciones militares recientes.
Los investigadores respaldados por el Consejo de Derechos Humanos analizan la estructura y cadena de mando de la Fuerza Aérea de Myanmar para identificar a los responsables. Nuevas investigaciones también se han abierto sobre atrocidades cometidas en el estado de Rakhine, donde el ejército enfrenta al grupo étnico Ejército Arakan.
Las evidencias recopiladas han sido fundamentales para procesos ante la Corte Penal Internacional, así como ante la Corte Internacional de Justicia. Estos esfuerzos llevaron a que la Fiscalía solicitara una orden de arresto contra Min Aung Hlaing, líder militar del país.
Koumjian advirtió sobre un aumento continuo en la frecuencia y brutalidad de las atrocidades: “Trabajamos para que llegue el día en que los perpetradores respondan ante la justicia”. La situación actual ha desplazado a millones y ha sumido al país en una crisis política y humanitaria severa.
Aún persisten las secuelas del conflicto con la minoría rohingya en Rakhine, donde cientos de miles huyeron a Bangladesh tras ser víctimas de limpieza étnica. Actualmente viven hacinados en campos de refugiados.
A pesar del compromiso del equipo investigador, enfrentan retos significativos debido a la crisis financiera dentro del sistema ONU. El presupuesto reducido requerirá recortes importantes en personal para 2026. Para contrarrestar estos desafíos —que incluyen acceso limitado a testigos y riesgos cibernéticos— han implementado un Plan Estratégico trienal destinado a fortalecer su capacidad operativa.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 1300 | Fuentes utilizadas para el informe |
| 600 | Testimonios de testigos recopilados |
| 73% | Monto del presupuesto de la ONU para 2025 |
| 20% | Recorte en personal requerido para 2026 |
Los investigadores respaldados por la ONU revelaron la existencia de "tortura sistemática" en los centros de detención controlados por el ejército de Myanmar, que incluye palizas, descargas eléctricas, estrangulamientos y violaciones grupales.
Myanmar ha caído en una guerra civil tras el golpe militar de febrero de 2021, que resultó en la detención de líderes civiles y desencadenó protestas masivas y una violenta represión contra la disidencia.
El informe documenta crímenes como quemaduras en genitales, violencia sexual y ejecuciones sumarias de combatientes capturados o civiles acusados de ser informantes.
Los investigadores han recopilado pruebas contundentes y están listos para apoyar cualquier jurisdicción dispuesta a enjuiciar estos crímenes. Las pruebas han respaldado procesos ante la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia.
La crisis de liquidez de la ONU ha reducido su presupuesto, lo que requerirá un recorte del 20% en personal en 2026, afectando el trabajo del equipo investigador debido a la falta de acceso directo a testigos y otros desafíos operativos.