Miércoles 22 de octubre de 2014
Un pandillero de la mara 18 y una prostituta fueron presentados ante los juzgados esta semana como los responsables del asesinato de un agente policial dentro de uno de los bares en los que se presume trabaja la mujer. El agente fue ejecutado a quemarropa en los baños del lugar.
Carlos Eliazar Figueroa Arévalo de 43 años, agente destacado en la Delegación Centro de la Policía Nacional Civil (PNC) se encargaba de hacer el papeleo de todos los detenidos que eran llevados a esa delegación, desde hace un par de años.
Con la cooperación de un testigo presencial, las autoridades lograron la captura de los principales sospechosos de haber cometido su asesianto el 26 de noviembre de 2011, así como la reconstrucción de los hechos.
El pandillero fue capturado a pocos metros de la escena del crimen, con el arma que utilizó para asestarle varios disparos al agente a quemarropa, mientras que la mujer fue detenida días después cuando fue identificada en la cárcel durante una visita.
Figueroa era un agente administrativo y según sus superiores, un buen elemento policial. El día que salió a su último permiso, transmitirían por la televisión el partido del clásico español, Real Madrid vs. Barcelona.
Los hechos
El agente Figueroa salió ese día poco antes del mediodía con permiso. Según la investigación fiscal como el partido sería transmitido decidió pasar por el bar “El Amigo”, ubicado entre la 6ª calle oriente y la 4ª avenida sur del centro capitalino para no perderse el encuentro.
El policía llegó y se sentó solo a la mesa, unos minutos más tarde una de las prostitutas identificada por las autoridades como Sonia Estela Orellana de 23 años, que acostumbraba estar en el bar, le pidió sentarse con él y este aceptó sin reparos.
Las autoridades presumen que la mujer identificó al agente cuando entró al bar como un elemento activo de la PNC y por eso su interés de permanecer con él. Según el testigo cada vez que Figueroa se levanta al baño, la mujer hacía llamadas por su celular.
Unas horas despues y ya cuando las cervezas habían hecho su efecto, Mario Humberto López Ortiz de 19 años (el pandillero) llegó al bar y se sentó en una mesa cercana a la que estaban Sonia y el agente Figueroa.
Cuando el agente se levantó una vez para ir al baño, la mujer se ofreció a acompañarlo y este aceptó. Una vez en el baño hubo una discusión y un forcejeo porque Figueroa se oponía a la compañía de la prostituta y esta se oponía a que el hombre abandonara el sanitario.
Mientras discutían López se acercó al baño, sacó el revólver que llevaba debajo de su camisa y le disparó al menos seis veces al agente. Figueroa murió en el instante.
Las detenciones
Afuera, en las calles del centro, dos agentes motorizados hacían su ronda de rutina. Pese al bullicio del tráfico en la zona, el sonido de las balas llamó su atención y aceleraron la marcha.
Solo a dos cuadras antes de llegar al bar El Amigo, uno de los agentes vio a López caminar rápidamente con un revolver en la mano y además con su camisa llena de sangre. Eso fue suficiente para que los agentes le detuvieran.
López fue trasladado a la delegación policial y se ordenó una prueba de balística para determinar primero si el arma que portaba había sido disparada recientemente y segundo, si la sangre en su camisa correspondía a la del agente asesinado esa tarde en el centro.
Las pruebas resultaron positivas, pero había una confusión, ya que al ingresar a López a los registros este aparecía como menor de edad, por lo que la policía solicitó un expediente completo del sujeto, con que más tarde se determinó que tenía todo un expediente de detenciones por robo.
Sin embargo las pruebas presentadas eran más que suficientes para que la Fiscalía interpusiera el proceso correspondiente ante el juzgado y se ordenara apertura a juicio en su contra y enviado a prisión por el delito de homicidio agravado en contra del agente policial.
Durante las investigaciones la Fiscalía logró determinar que Sonia, la prostituta, era la compañera de vida de López y además mediante la presentación de las bitácoras de las llamadas realizadas esa tarde se comprobó que ella preparó la situación y el escenario para que su marido matara al agente.
Ella fue detenida durante una visita que realizaba a López en el penal en donde aguarda se calendarice la vista pública en su contra y el testigo confirmara que se trataba de la misma mujer que estuvo departiendo con Figueroa horas antes de su asesinato.
La acusación
La Fiscalía presentó esta semana todos los elementos probatorios que incriminan a Sonia Orellana y Mario López como los principales responsables del asesinato del policía, ante el Tribunal Especializado de Instrucción B de San Salvador.
Según el fiscal del caso, Ulises Arce, el testimonio de la persona que coopera con la investigación y los resultados de las pruebas de balística han sido determinantes en la investigación para que la FGR presente la acusación formal en contra de los detenidos.
El caso pasa a la siguiente fase, en donde se espera que los tribunales fijen una fecha en los próximos días para la celebración de la audiencia inicial en contra de los dos imputados, señalados como principales responsables del asesinato del agente Carlos Figueroa.
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